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Lapices De Dibujo


Enviado por   •  29 de Enero de 2014  •  668 Palabras (3 Páginas)  •  248 Visitas

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EL HB COMO LAPÌZ CASI DURO O MENOS BLANDO

El HB es el lápiz de graduación media, equivalente, a un lápiz número 2 de la clase corriente. Es pariente cercano de la familia de los duros y tiene por ello una utilidad muy valiosa para nosotros. Hemos de servirnos de él, en primer lugar, para trazar las primeras líneas del dibujo.

Conviene que esos primeros trazos sean débiles, lleven en sí poco grafito, para permitir el uso de la goma, rectificando lo que convenga sin mayores dificultades. Esa cantidad prudencial de grafito hace también que el trabajo quede más limpio, sobre todo teniendo en cuenta que al dibujar esas primeras líneas, la mano va arriba y abajo y a de poder pasar por encima de lo dibujado sin mas preocupación que la de captar la forma.

Puestos ya en dar a cada parte el tono gris justo que traduzca en blanco y negro los colores del modelo, el HB sigue siendo útil, sumamente útil, para dibujar y «pintar» las zonas más suaves, los grises medios y pálidos.

En determinados temas el HB es imprescindible. Cuando se dibuja, por ejemplo, un paisaje; sea una marina, un paisaje rupestre o un paisaje urbano. En todos estos temas suele haber un último término, una imagen de fondo cuyas formas ofrecen menos contraste que los primeros términos.

EL 2B COMO LAPIZ BLANDO

El tono intermedio entre el menos blando y al más blando de la serie de los B. Este es el 2B. Generalmente el lápiz más usado, capaz de proporcionar una escala muy amplia de tonalidades. ¡Pero ojo¡ Lleva mucho grafito y su tendencia a teñirlo todo de negro forma parte de su ser. En las medias tintas y en los grises claros hay que tener cuidado en no pasarse de rosca. Hay que prevenirse contra algo así como una borrachera de grafito que impide separar con exactitud los tonos, clasificarlos y dar a cada zona justo lo que necesita.

Puede usarse en primeros y segundos términos y hasta en ese fondo del que hablábamos antes, para reforzar -sólo reforzar, no ennegrecer con toda el alma- determinados puntos o pequeñas zonas.

El 2B, es, además, el lápiz ideal, perfecto, para tomar apuntes. Sabemos que un apunte es un dibujo más o menos esquemático, condicionado generalmente a la captación de una imagen fugaz: Del niño que juega, del gato que posa unos minutos, de la hermana que lee y a la que hay que captar antes de que cambie de posición. En estas circunstancias es preciso un lápiz que pueda darlo todo: la línea débil que determina rápidamente el encajado y el contorno aproximado, el trazo ya concreto que dibuja con líneas gruesas y delgadas la expresión de la forma; la zona gris teñida en segundos o la mancha negra llena de pasión y fuerza .

EL 6B COMO LÁPIZ EXTRAORDINARIAMENTE BLANDO

Es el lápiz negro por excelencia. Su extraordinaria blandura hace que la mina, casi el doble de gruesa que la mina de un HB, se desgaste rápidamente.

Se comprende su utilidad casi específica: ennegrecer. Conseguir el negro más potente en primeros términos de un paisaje, en determinadas zonas del cabello de una figura, en sombras muy densas de un vestido etc.

No conviene usar el 6B fuera de esas zonas determinadamente negras. Es peligroso y sucio como el solo.

El 6B, como todos los lápices blandos, ofrece grandes posibilidades a las técnicas del difumino y el esfumado mediante el dedo. Los lápices blandos actúan en este caso como si fueran lápices compuestos (lápices carbón). Mejor aún, dado que la cualidad grasienta del grafito permite el esfumado con más uniformidad, pudiendo obtener dibujos de una calidad extraordinaria.

Parramón, José M. (1990) “Primeros pasos en el Dibujo Artístico”

Págs. 14, 15. Parramón Ediciones S.A. Barcelona (España)

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