4 DE FEBRERO

En el 2014 han pasado 22 años desde el intento de golpe de estado del 4 de febrero del ’92, uno de los intentos fallidos que se hicieron para cambiar el rumbo de la nación de forma rápida y extremista. Para ese momento habían transcurrido ya varios años de crisis económica y social dentro del país, pero no fue hasta esta fecha que se cayó en cuenta de que tan frágil podía llegar a ser un Estado que no podía resolver ese tipo de problemas. Los militares dijeron que querían arreglar esto, y entre las razones que se dieron para intentar este golpe de Estado estaban:

“La gestión económica y política del presidente Pérez; el descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares; la subordinación de las Fuerzas Armadas ante un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto… el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja y de las tropas; el empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización, etc” ("4 de febrero de 1992," 2003)

Todas relacionadas a problemas que se tuvo con el legado que se había dejado del Presidente Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez que intentó arreglar los problemas económicos de la nación con un solo paquete de medidas que fueron muy rechazadas por la población y por lo que se hizo para reprimir a los que salieron a la calle a protestarlas. Los militares no estaban de acuerdo con este gobierno y el lugar que les daba en la vida nacional porque no le daba prioridad a su misión de asegurar la defensa nacional o la estabilidad de las instituciones democráticas; eso significaba que su calidad de vida no estaba al nivel que esperarían de una parte importante de la nación. Es difícil encontrar un lugar para el ejército cuando se supone que el país está en paz así que solo tenían esos trabajos de baja categoría, a menos que les tocara controlar una manifestación como fue el Caracazo. En el momento es tipo de problemas pareció suficiente para que se levantaran y trataran de darle un giro a toda la estabilidad que había caracterizado al país, al menos políticamente, en la democracia.

Después de que se derrocara al General Marcos Pérez Jiménez se habla del comienzo de la verdadera democracia en Venezuela, un sistema que duró más de 40 años sin ser perturbado gracias a los acuerdos que se hicieron entre los partidos políticos de ese entonces para garantizar un balance entre los que iban a representar al pueblo. “El Pacto de Punto Fijo” permitió que se conociera la lucha democrática para obtener la mayoría de los votos dentro de un país acostumbrado a los caudillos con poder absoluto tal como había sido el derrocado dictador. Esa es la única base que llegó a tener la democracia venezolana, una disputa para convencer a una mayoría aunque fuera solo con medidas populistas; como lo llegó a ser la nacionalización del petróleo en el momento equivocado para poder sacar el mayor provecho económico de un mercado que no estaba completamente construido. Eso fue lo que le dio fuerza al intento democrático venezolano y lo que terminó restándole importancia a otras cosas que se necesitan para consolidar la fuerza del sistema.

Enfocarse solo en medidas que complazcan al pueblo de forma inmediata para que voten por tu partido es lo que lleva a que la economía de Venezuela al punto de quiebre que alcanzó en los ‘80. Si se hubiera administrado de forma correcta la bonanza petrolera que hubo en ese momento habría alcanzado para garantizar el crecimiento del país hasta el fin del siglo XX, pero las medidas económicas razonables fueron aplicadas muy tarde y de la forma inadecuada. El presidente Carlos Andrés Pérez tuvo que

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