ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ADMINISTRACION DEL TIEMPO


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2011  •  3.832 Palabras (16 Páginas)  •  809 Visitas

Página 1 de 16

1.-Posponer, tu peor enemigo.

No posponer separa a los que tienen éxito de los que nunca lo consiguen.

A todos nos pasa y nos sentimos culpables. Nos juramos que será la última

vez. Pero caemos una y otra vez ante el enemigo invisible de la postergación. El

peor enemigo a la hora de alcanzar tus objetivos es posponer. Es difícil empezar una

tarea larga. Será arduo, y necesitarás la colaboración de otras personas. ¿Miedo a

enfrentarse a situaciones conflictivas?

¿Por qué se pospone tanto? Por lo desagradable que son muchas tareas.

Nos da pereza realizar ese informe mensual, hacer la declaración de la renta, contestar

esa carta, contabilizar nuestros gastos o desplazarnos a ese gimnasio para

castigarnos una hora con ejercicio. Infinidad de personas son maestras en el arte de

posponer, la vida continúa, no pasa nada. Pero es una de las trampas más letales

que existen.

La oportunidad llama muchas veces, pero el postergador nunca contesta.

Carreras enteras se han ido a pique debido a la postergación. Gente brillante que se

paralizaba ante los grandes proyectos y nunca llegaron a nada. Muchos son conscientes

de lo realmente importante pero se autoengañan; el miedo a hacerlo mal y

las posteriores críticas les paralizan, otras veces es el resentimiento subconsciente a

compañeros o jefe lo que les hace posponer indefinidamente. No dejes que te

ocurra lo mismo. Fíjate en algunas mesas, llenas de tazas de café vacías y documentos

por todos los lados. Sus dueños nunca están en su sitio, es su defensa para no

atacar los problemas. Pero posponer cosas sencillas las transforma en complicadas.

Puede que en la raíz de la postergación se encuentra un temor oculto, un

miedo al vacío que sentiremos cuando nos hayamos quitado algo de delante. Nuestro

subconsciente esta cómodo en su actual situación. ¿Qué hay detrás de haber

logrado lo que nos proponemos? Puede que el miedo a lo desconocido pone en

marcha este extraño mecanismo de autodefensa. Pero normalmente la razón es tan

sencilla como el no querer hacer lo que nos aburre y desagrada.

La postergación tiene varios grados. Están los profesionales de la postergación.

Estos nunca terminan nada a su debido tiempo. A última hora se agobian y

como resultado de las prisas la calidad de su trabajo es pésima. Lo dejan todo para

el final y acaban postergando todo. Las tareas importantes y largas ni se las proponen.

Se pasan el día enfrascados en pequeños trabajos que nunca terminan de

hacer bien. Confían en que el trabajo desparecerá, y su único aliciente es evadirse

para descansar (¿Descansar de que?) Se extenúan con el más mínimo esfuerzo y

pregonan a los cuatro vientos lo mucho que sudan.

La mejor manera de combatir a un enemigo es dejándole hacer, a

buen seguro pospondrá las tareas clave y se hundirá sólo.

Este no es tu caso, (sino, no leerías un libro para gestionar tu tiempo). Tu

mayor problema esta en esos trabajos tan grandes. Aquellos en los que tendrás que

dar el do de pecho para sacar adelante. Incluirán tareas desagradables como enfrentarte

a otros para que las cosas se hagan de una determinada manera y en el

plazo estipulado, reprender por un mal trabajo o hacer esa horrible llamada a un

cliente insatisfecho. Casi siempre hay personas por medio. Esta es la causa fundamental

del rechazo que provocan. Nadie quiere tener follones sin más (salvo algunos

políticos).

Pero acuérdate cuando pasaste por el aro. ¿Mereció la pena la recompensa?

Como eliminarla

Todo es empezar. Los que consiguen todo afirman que la parte mas dura es

ponerse a hacerlo, el resto viene rodado. Si partes todo en pequeños trozos y

pones fechas límite, mezclado con algunos premios, lo conseguirás. Empieza por

un plan detallado de tu megaproyecto y descomponlo en pequeñas partes. Luego

calcula la fecha límite. Si las superas, vuelves a poner otra.

Empieza por la parte difícil. Madruga siempre a la misma hora y empieza con

la parte dura. Empieza pronto y ataca la parte dura, no importa el desorden ni el

caos, ya tendrás tiempo de afinarlo todo en otros momentos. El resto del día será

una fiesta sabiendo que te has quitado lo importante. Ponte pequeños premios en el

camino en forma de pausas de café. Dedícate solo a tu megaproyecto, evita la

trampa de hacer pequeñas cosas como llamadas o microgestiones fáciles de hacer

y que tachas a gusto en tu lista de asuntos pendientes. Esas déjalas para última hora,

cuando estés más cansado.

Échale imaginación, si trabajas cómodo tumbado, hazlo así, si la música te

inspira o lo puedes compaginar todo viendo la televisión, no lo dudes. Lo importante

es

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24.8 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com