Accion Social

Lo mismo que el sujeto, la escuela puede reconstruirse de otros modos para ampliar su comprensión. Cuando se observa su cotidianeidad, el concepto de institución escolar pierde su fuerte adscripción a los criterios predominantemente pedagógicos que en el plano formal la estructuran.

Se va haciendo claro que la articulación central, definitoria de los modos de existencia escolar no radica en el cuerpo normativo, sino mas bien en las condiciones técnicas, materiales y sociales comprometidas en su hacerse cotidiano.

El seguimiento de nuestro sujeto profesional y trabajador permitió identificar, en la estructura de la institución, la coexistencia de por lo menos tres tipos de ordenamientos que en la labor diaria sintetizan reglas de juego para permanecer en él: uno es técnico pedagógico, otro es administrativo y otro es laboral. La tarea pedagógica como instancia permanente, se gana o pierde espacio según el peso de las otras exigencias pero, su peso real en la vida escolar, no puede entenderse con independencia de estás.

En el proyecto sobre las condiciones institucionales del trabajo docente, llegamos a esbozar el concepto de modalidad institucional. Por modalidad institucional, entiendo una particular confluencia y combinación de características significativas determinadas por la administración y la organización escolares. Ellas sientan las bases para el funcionamiento institucional a través de la selección y distribución diferencial de elementos entres escuelas, donde este carácter diferencial permite prever los alcances y límites de la acción escolar.

Los criterios administrativos y laborales que rigen la ubicación de los maestros los suponen indiferenciados y aptos, desde el comienzo, para resolver cualquier situación de aprendizaje. Sobre esta falsa presunción, la administración decide la trayectoria ocupacional precisamente en la dirección opuesta a las necesidades técnicas de la enseñanza.

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