Acondicionamiento Termico A Bordo

Acondicionamiento térmico a bordo

Hay que buscar el mínimo intercambio de calor o de frio a través de foros, cubiertas y mamparos, para que el consumo de energía en calefacción o aire acondicionado sea el menor posible

Hemos de reseñar que el acondicionamiento térmico es una necesidad absoluta para el confort de los tripulantes y pasajeros, así como para determinados locales como cabina de control, almacenes, etc.

La limitaciones de altura entre cubierta, las situaciones de mamparos estancos y cortafuegos, etc., complican la ubicación y trazados de los conductos y requieren una estrecha coordinación con todos los departamento implicados al objeto de evitar interferencia

Hoy día, los armadores tienden a reducir el máximo las tripulaciones de sus buques, pero como contrapartida ofrece un incremento de la comodidad. El diseño, pues, debe cumplir los requerimiento de confort al más bajo precio posible y habrá de tener en cuenta factores como temperatura, movimiento del aire, efectos de superficie frías y calientes, estratificación del aire, etc.

Los grados de confort están en relación con las combinación posibles entre las temperaturas de bulbo seco y húmedo (humedad relativa)

Otro dato a considerar es el calor producido por el organismo humano, procedente de la combustión interna de los alimento así como la de salud, actividad físicas, etc. y que se transmite al ambiente por radiación, convección y evaporación o sus combinaciones.

La temperatura efectiva es la interrelación entre las temperaturas de bulbo seco, la humedad relativa y el movimiento del aire

Si atendiésemos exclusivamente a razones de tipo económico, la temperatura interior de los espacios calientes debería ser tan baja como fuera posible y la de los espacios fríos tan altas como se pudiera para producir, en ambos caso, condiciones de confort.

En zonas de invierno, una humedad relativa deficiente puede hacer necesario mantener la temperatura del bulbo seco del aire en todas las zonas a 21 a 24 grados centígrados para producir una sensación de bienestar. Una excesiva humedad relativa en verano, para una temperatura de bulbo seco dada, pues no resulta confortable, por lo que, para evitarlo, se deben dar los valores de humedad relativa tanto en verano como en invierno. Genéricamente se puede considerar: 35% a 50% en invierno y por encima del 50 % en verano.

Para que los sistemas de calefacción, ventilación y AA funcionen satisfactoriamente, deben adecuarse la circulación y la distribución del movimiento del aire de modo que no produzca ruidos ni excedan de 0,12 a 0,2 m/s ni en verano ni en invierno.

La temperatura de las superficies interiores de zonas de separación tales como mamparos o cubiertas se regulan por el uso de aislamiento térmico en base a minimizar la cantidad

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