Actividad 2. Responsabilidad Social.

Participación Ciudadana: Un entrenamiento universitario para la responsabilidad social profesional.

Es una lectura que trata acerca de la opinión de tener que realizar una asignatura de responsabilidad social en las universidades para que el profesionista tenga una conciencia sobre los acontecimientos, desgracias, o simplemente cosas cotidianas que para nosotros nos resultan más impactantes. Así mismo creándonos una ‘cosquilla’ de querer hacer algo al respecto, contribuir a encontrarle una solución a este tipo de problemas.

El texto nos menciona el cómo ahora ya no se piensa tanto entre los jóvenes, en cómo las llamadas ‘modas’ (que no son masque tendencias populares) en temas como ropa, música, arquitectura, etc., nos influyen en nuestro desarrollo profesional y humano. Poniendo como base la relación que se debe de tener en familia, formando una conciencia moral y social sobre nuestra comunidad, nos preocupamos más por lo material, y por lo propio, que en tratar de ayudar a alguien que de verdad necesita la ayuda o, como en el texto lo menciona, hacernos la pregunta: ‘¿Por qué yo si y el no?’.

Pone en evidencia la importancia de realizar actividades altruistas desinteresadas, dar sin esperar recibir algo a cambio al darse somos nosotros quienes más recibimos; pues damos al otro y no podemos esperar nada del que no tiene nada. Hay un encuentro personal nosotros con el ‘otro’, dándose cuenta que el ‘otro’ es igual a nosotros y que no sólo él necesita de nosotros sino que nosotros necesitamos de él. El ‘otro’ ya no es quien me sirve para algo, no se convierte en alguien funcional, es alguien con nombre y apellido que participa al igual que yo, de un mismo tiempo y espacio. Somos iguales.

Que al principio puede que sea de mala gana pero después se creara una conciencia y puede que se logre un cambio, aunque sea mínimo, en la equivalencia de bienes dentro de nuestra sociedad.

La lectura es muy interesante, te hace reflexionar acerca de tu vida universitaria y a su vez ser mas equitativos con los que no han tenido las mismas oportunidades o capacidades que nosotros ya que, como la lectura hace referencia, no solo existe la pobreza económica.

Siento que podríamos, y obligatoriamente, deberíamos hacer mucho más de lo que se nos exige pero nuestra educación es distinta y así mismo debemos irla corrigiendo, o más bien mejorando con un fin común que nos beneficia a cada uno de nosotros.

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