Arma De Fuego
emersondigaspar3 de Noviembre de 2012
16.226 Palabras (65 Páginas)1.032 Visitas
El arma de fuego es un dispositivo destinado a propulsar (disparar) uno o múltiples proyectiles por medio de presión de gases con el fin de causar daño.
Orígenes de las armas de fuego
Desde el siglo XI d. C. se conocían en China mezclas pirotécnicas de salitre, carbón y azufre que fueron empleadas como explosivos de escasa potencia.
Algunas crónicas de los siglos XII y XIII relatan que dichas mezclas explosivas se utilizaron para la impulsión en armas rudimentarias de bambú, para el lanzamiento de ciertos proyectiles.
Invención del cañón
Los árabes fueron los grandes comerciantes de la edad media, y gracias a ellos éste tan importante invento llegó a Europa, y su avanzada cultura les permitió desarrollar el concepto básico del arma de fuego, en el que la pólvora al quemarse genera gases que impulsan el proyectil por el tubo-cañón.
Cañón antiguo (llamados bombarda), usado en Suecia, hacia 1350. Considerado hoy como el arma portátil más antigua (con un peso aproximado de nueve kilogramos). Muy semejante a las bombardas ilustradas en los manuscritos de Walter de Milimete.
Ya promediando el siglo XIII se comenzaron a ver piezas de artillería en las batallas europeas, sobretodo en la España ocupada por los árabes, y en constante guerra para mantenerla bajo su dominio.
Los materiales empleados en su construcción comenzaron con madera dura, hasta las diversas aleaciones metálicas posteriores.
Pequeña bombarda o cañón de mano fundido en bronce. Descubierta en las ruinas del castillo de Tannemberg, en la antigua Prusia occidental, fortaleza destruida en el año 1399.
Muy lentamente la artillería se fue ganando la confianza de los ejércitos, pero éstos todavía luchaban armados de espadas y flechas, fue necesario el perfeccionamiento del proceso de elaboración de la pólvora, mediante el sistema de separación de los granos de diferentes tamaños, para poder desarrollar armas portátiles eficaces.
Al avanzar hacia el siglo XIV d. C. encontramos crónicas sobre la utilización de las mezclas explosivas como artificio bélico.
Cañón de mano o Trueno de mano de Mörkö, fundido hacia 1390. Probablemente alemán, hoy en el Statens Historiska Museum, Estocolmo, Suecia.
La referencia más antigua la encontramos en el tratado de Marco Greco, que describe la composición de la pólvora negra, aunque existen referencias más fidedignas en dos manuscritos de Walter de Milimete, capellán de Eduardo III de Inglaterra, que se remontan a 1326 y que describen lo que actualmente se consideran los modelos más antiguos de armas de fuego.
Sin embargo, es a partir de la segunda mitad del siglo XIV d. C. cuando se registran mayores y frecuentes referencias al uso bélico de las armas de fuego, de las cuales las primeras en desarrollarse fueron las armas portátiles, que son aquellas armas que pueden ser fácilmente empleadas y transportadas por una sola persona.
Trueno de mano o cañón de mano de Frankenburg, fundido hacia 1460. Probablemente alemán, hoy en el Historisches Museum, Berna, Suiza.
Estas armas se cargaban introduciendo la pólvora por la boca del cañón, un taco y el proyectil (o proyectiles). Con toda probabilidad, el método de ignición para estas armas era el botafuego, es decir, una varilla con un trozo de yesca o mecha encendida asegurada a uno de sus extremos.
El gancho o prominencia inferior que presentan algunas de estas piezas portátiles servía para apoyar el arma contra un muro, parapeto o la regala en las bordas de los barcos. En el momento del disparo, buena parte del retroceso se amortiguaba con este saliente.
En Alemania, las armas provistas de este tipo de ganchos se llamaban "Haken-büchse" (arma con gancho), de cuya voz derivaron más tarde los términos "hackbut" en inglés, "arquebuse" en francés y, siguiendo la misma línea, "archibugio" en italiano. El gancho inferior de estas armas portátiles, especialmente en las armas de muralla, se mantendrá durante todo el siglo XVI.
Con la ballesta como base, se evoluciona en el diseño ergonómico de la cureña de las armas de fuego portátiles, así podía manejarse con la cureña apoyada en el hombro del tirador, sujeta por la mano izquierda, y con la mano derecha preparada para acercar la brasa al fogón. También de otra forma, podía sujetarse la cureña en la axila. Como es de imaginar, a pesar de su poderosa fuerza disuasoria, poca puntería podía hacerse con esas armas.
Evolución de las armas de fuego
Pistola Colt M1911A1.
Al principio las armas de fuego eran poco fiables e inseguras, pero han ido evolucionando hasta alcanzar un nivel de utilidad y practicidad que las han convertido en uno de los medios para herir o asesinar más eficaces que además puede utilizarse en otro tipo de actividades humanas como, por ejemplo, el deporte.
Excluyendo a las armas más primitivas, que sólo estaban formadas por un cañón y un ajuste de madera; las antiguas armas de fuego portátiles estaban compuestas por:
El cañón: Ha sido desde siempre la parte más importante y costosa del arma. Estaba formada por un perfilado de manera diversa y cerrado por su parte posterior con un tapón roscado.
La culata: Era un apéndice que permitía la unión del cañón con la caja.
El oído: Comunicaba la cazoleta con el interior de la recámara, lo que permitía al fuego alcanzar la carga de lanzamiento o impulsión.
La caja: Su misión era juntar las distintas partes del arma a fin de poder utilizarla cómodamente, generalmente estaba hecha de nogal y a su vez estaba formada por: la coz, la empuñadura y el ajuste que amparaba al cañón.
Sistema de ignición: Su función era encender la carga de pólvora contenida en el cañón, y que podía ser un sistema de mecha, de rueda, de sílex o pedernal, o de percusión.
AK 47, rifle de asalto soviético.
La guarnición: Era un conjunto de piezas accesorias destinadas a proteger y completar el arma como conjunto: el remate de la empuñadura o coz, la contraplatina o chapilla, las guías de baquetas, el gancho de cinturón, etc.
Las armas de fuego portátiles han ido evolucionando constantemente hasta nuestros días, siendo cada día más seguras para su manejo, y hasta el siglo XIX su evolución estuvo muy ligada al desarrollo de los sistemas de ignición.
El primer sistema de ignición que se usó fue la "llave de mecha", que era un sistema en el que el tirador debía sostener el arma con una mano y usar la otra para acercar una mecha al fogón en el momento del disparo, lo que hacía que el arma tuviera escasa eficacia.
En el siglo XV, se hizo una modificación de este sistema que fue decisiva para aumentar la eficacia del arma: la incorporación del serpentín, que consistía en un brazo de hierro en forma de "S" empernado por su centro al lado derecho de la caja y al que se fijaba en su extremidad superior un trozo de mecha empapada en una solución de nitrato potásico.
Dicho mecanismo se activaba provocando la rotación de la pieza hasta que la mecha se ponía en contacto con la pólvora del fogón, que al principio estaba ubicado en el centro del arma y para finales del siglo XV se colocó por razones técnicas en una posición lateral, naciendo así la cazoleta, un receptáculo en forma de cuchara soldado al cañón y provisto de tapa.
Mosquete de caza.
El serpentín se perfeccionó con la creación de otros sistemas similares pero que eran más complejos y estaban más perfeccionados.
Uno de ellos era la sierpe a resorte, que utilizaba un fiador (resorte) para tener levantada la mecha, lista para disparar, lo cual permitió que el funcionamiento de las armas fuera más rápido y se pudieran construir los primeros arcabuces para cazar.
Otro sistema muy utilizado fue el de pestillo o palanca, que fue el preferido para usos militares hasta principios del siglo XVIII, durante doscientos años, debido a su simplicidad, robustez y bajo precio.
Clasificación
Las armas de fuego antiguas han sido clasificadas por algunos expertos morfológicamente en tres categorías:
1. Armas de bronce fundido o hierro forjado fijadas al extremo de un mango de madera por medio de un anillo de hierro.
2. Armas de bronce o hierro con una mortaja en la culata para insertar un asidero de madera.
3. Armas de hierro, con la culata perfilada hacia atrás en un mango largo terminado en voluta o anillo.
Funcionamiento
Antigua técnica de disparo.
Al principio todas las armas de fuego se cargaban introduciendo por su boca la pólvora de impulsión, un taco y el proyectil o proyectiles.
En cuanto al funcionamiento del sistema de ignición existen importantes controversias ya que se menciona la posibilidad del empleo de una braza o hierro enrojecido para hacerlo funcionar introduciéndolo en el fogón, pero parece más probable que se usara un botafuego, que consistía en una varilla con un trozo de yesca o mecha encendida asegurada en un extremo.
Estas armas sólo resultaban peligrosas para el enemigo en distancias cortas, porque no tenían el suficiente alcance, pero conferían al usuario un gran poder disuasorio y sicológico sobre el adversario.
En contrapartida, hay que destacar que eran armas de un engorroso funcionamiento y que revestían cierto peligro para el que las manejaba ya que podían estallar en las manos con mucha facilidad, y su precisión era dudosa.
Esta situación mejoró en el siglo XV con la incorporación
...