Características de emplazamientos de tipo orgánico y formal

Características de emplazamientos de tipo orgánico y formal

En la arquitectura, el emplazamiento es la ubicación de la obra definida por su relieve, a la cual se le puede llamar de diferentes formas, como: Terreno, solar, etc. Haciendo énfasis en los tipos de emplazamientos, destacan dos tipos: Formal y  orgánico, los cuales se diferencian por su planificación, es decir, el emplazamiento formal son los cuales tienen planificación, por ende no tienen que adaptarse al relieve a través del tiempo, en cambio el emplazamiento orgánico, es el cual comienza con un orden, pero tiene que ir adaptándose al relieve a través del tiempo.

Los emplazamientos son una parte fundamental en la planificación de obras, es así desde tiempos inmemorables, donde podemos destacar “Trazado en Damero”, o también llamado “tablero de ajedrez”, el cual es un planeamiento urbanístico perteneciente al emplazamiento formal, que busca ordenar y/o trazar las calles en algunos rectos, creando cuadras rectangulares, las que surgen desde un mismo punto, generalmente el que era la plaza de armas, buscando un tipo de orden que se rija a través de la planificación. Existen ejemplos de este tipo en el Antiguo Imperio, Babilonia, ciudades Helenísticas, incluso en ciudades de actuales como es Osorno, donde la plaza de armas pasa a ser un eje central, con calles rectas, generando cuadras rectangulares alrededor de esta, donde se ubican los edificios más importantes.

Por otro lado, está el emplazamiento orgánico, el que tiene que regirse por las características naturales del lugar, y así proyectarse. Un claro ejemplo de este tipo fue un concurso, que buscaba la remodelación del barrio La Vega en Carracas, donde las características naturales fueron parte fundamental del proyecto, porque a partir de un accidente natural buscaron convertirlo en una ventaja que puede promover un elemento enérgico en el diseño.

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