Carta I Sobre La Verdadera Vocacion

Carta I: Sobre La Verdadera Vocación

En este capítulo sobre la verdadera vocación, el autor expresa la felicidad que él tiene a partir de la noticia de que su hija toma la decisión de estudiar ingeniería y le cuenta un poco del como cuando él estudiaba ingeniería en la escuela nacional de ingenieros, en su generación no había más que una mujer de los 800 alumnos que eran a partir de (como ya mencione en la introducción) una especie de tabú con el hecho de que la mujer estudiara ingeniería.

A una mujer en esa época (y aun en nuestros tiempos, pero en menor medida) se le veía como el ama de casa, la persona que solo esta para atender a los hijos y cuidar de la casa así como la preparar la comida para toda la familia.

Otro mal pensamiento que se tenía en esa época (y aun en nuestros días, aunque afortunadamente en menor frecuencia) era el anteponer el dinero a las pasiones y o aficiones de los individuos, me explico, cuando alguien llegaba con la ilusión de llegar a ser un futbolista, pintor o músico por mencionar algunos casos, se le decía primero que tenía que llegar con un título universitario a la casa para así poder solventar los gastos tanto propios como los de su familia y ya después podía hacer lo que él quisiera en este caso llegar a una carrera que esta persona quiso desde un principio.

Al igual que se penaba que en cada familia debería de haber un doctor, un militar y un sacerdote, con esto refuerzo lo que dije en la página anterior de cómo se antepone el dinero ante las aficiones personales ya que en el caso de los doctores se tiene una mala idea que al tener esa profesión (y no solo con la de medico si no con una profesión en general), se llegara a una estabilidad económica más que personal, cuando en muchos casos no lo es así.

...