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Contaminacion


Enviado por   •  14 de Mayo de 2014  •  9.191 Palabras (37 Páginas)  •  181 Visitas

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Compartiendo lo relativo al Caravaggio, y a los pintores influenciados por él, si te gusta o interesa, este es también tu sitio.

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DOMINGO, 19 DE FEBRERO DE 2012

CARAVAGGIO: SU CARÁCTER, SU PERSONALIDAD (PARTE II);NEC SPE NEC METU (ni esperanza ni miedo)

Caravaggio "El Prendimiento" Detalle

En el anterior comentario del blog nos ocupaba el cuadro “El Prendimiento”, veíamos a ese hombre a la derecha que iluminaba la escena y estiraba un tanto el cuello, como para cerciorarse de cuanto allí estaba sucediendo con la luz que proporcionaba. Pero lo sabía perfectamente. Y tanto. Ese hombre era Caravaggio. Es uno de sus magníficos autorretratos. Pero… ¿Cómo era ese hombre? O quizá mejor… ¿Cómo lo veo yo cuatro siglos después de su muerte?

Caravaggio era lo que yo llamo “una mente compleja”. Desechen cualquier reduccionismo, cualquier frase simplista sobre él. Ustedes podrán encontrar recortes periodísticos con etiquetas de que era un hombre violento, que era un homosexual, que era un asesino, etc. No se queden con nada de eso solamente, porque Caravaggio era algo de eso y no era al mismo tiempo, y era muchas otras cosas más.

No demos un solo paso más sin antes pensar: ¿Por qué estamos hablando de él? Estamos hablando de él porque era un genio de la pintura. No perdamos eso de vista. Su personalidad compleja, como por ejemplo, la de otro genio cual era Goya, se trasluce cada vez con más claridad a medida que vamos sabiendo y deduciendo sobre su vida y también su obra. Su personalidad sin la pintura podría interesar a un psicólogo o psiquiatra, pero a nosotros no nos interesaría. Sólo su relación con el arte pictórico nos atrae. Hace bastantes años ya, el psiquiatra y escritor Juan Antonio Vallejo-Nágera publicó un libro titulado “Locos Egregios” [1] en que comentaba y estudiaba el perfil psicológico de personas importantes en la historia, y entre otros, el de Caravaggio. Concluía con la observación de rasgos de psicopatía. Así Caravaggio sería un psicópata explosivo de características epileptoides.

Bien, la posibilidad de daños cerebrales en nuestro protagonista no es nada desdeñable, y puede que vinieran de lejos. Me explico: Sobre 1592 se sabe por Mancini que Caravaggio fue ingresado en el Hospital de la Consolazione de Roma, pues había sufrido la coz de un caballo y se le había hinchado mucho la pierna [2]. Muy poco se sabe de este suceso. Allí, en el hospital, se dice que pintó varios cuadros, por lo que debió estar ingresado bastante tiempo. El asunto llama la atención escasamente a los biógrafos, sólo para decir que tras esa estancia no vuelve al estudio del pintor Giuseppe de Cesari (El Caballero D’Arpino), y su hermano Bernardino de Cesari. Pero a mi me llama la atención que en ese momento Caravaggio, un hombre bastante joven, estuviera tanto tiempo ingresado, y para mí la razón no explicitada, y es bastante claro, que, o tuvo una fuerte infección a consecuencia de la herida o tuvo una infección previa, o intrahospitalaria. ¿Por qué estuvo tanto tiempo? ¿Pudo tener una gangrena? ¿Quizá meningitis, que puede, si se supera, dejar secuelas neurológicas y/o sordera? ¿Especulaciones? Sin duda, pero en el estudio de Caravaggio advierto un deterioro progresivo y constante de su personalidad. Poco tiempo después de salir del hospital pintaba así:

Y al final de su vida pintaba así:

De colores más claros y temas picaros y amables a lo oscuro, torturas y martirios al final de su vida. La diferencia está clara. Y más que podríamos decir. Es solo una posibilidad, pero que tuviera su conducta desordenada y agresiva posterior, un origen patológico, no es nada desdeñable en mi opinión.

Ni esperanza ni miedo (Nec spe nec metu) [3]. Esto llevaba grabado en la espada Caravaggio. Quedé fascinado cuando la leí por primera vez. ¡Qué profundidad la de Caravaggio! Pero no, dicha frase o lema fue acogida por muchos en su época. Una reafirmación del deseo de vivir al límite. Muy interesante, pero ya lo llevaba Felipe II como divisa. Felipe II líder hegemónico mundial en su tiempo, y al que Caravaggio seguramente detestaba por español e invasor, pero que al mismo tiempo imitaba vistiendo a la elegante moda española del negro y blanco con delicados terciopelos.

El lema Nec Spe Nec Metu fue utilizado por Seneca muchos siglos antes y él lo tomó de algún filósofo estóico como Hecatón. Nada nuevo bajo sol (Nihil novi sub sole), otra frase hecha que diría yo.

En el transtorno explosivo intermitente que Caravaggio seguramente padecía, el sujeto deriva fácilmente a la ira, y suele haber un posterior arrepentimiento o autorreproche. Como no interpretar el suceso relatado por Francesco Susinno más de cien años después de la muerte de Caravaggio cuando decía que le ofrecieron agua bendita para la reparación de pecados veniales, y él la rechazó por innecesaria, porque los suyos no eran veniales, sino que eran mortales. Como algunos autores piensan, y yo modestamente también, Caravaggio buscó al final un perdón, no sólo a un homicidio, en el que por cierto, podía perfectamente haber sido él el muerto, no lo olvidemos, de hecho fue herido de cierta gravedad, un perdón, como digo, general a lo que había sido su vida.

Caravaggio fue emocionalmente inestable. Lo que considerase una agresión, recalco lo que él considerase como agresión, podía derivar rápidamente en insultos, en una pelea o en sacar a relucir las armas. Vean sino este suceso que sigue.

Una cuestión alcachofas:

Imaginen que están ustedes en una taberna romana, primeros años del siglo XVII, y en la mesa de al lado usted oye una voz insolentada que le dice al camarero “¡Maldito cabrón! ¿Te crees que estás sirviendo a un palurdo?” [4] Acto seguido quien decía ese insulto tomó el plato y se lo tiró a la cara al camarero, y le hirió en la mejilla. Ese era Caravaggio. El conflicto surge porque Caravaggio pregunta al camarero sobre cuáles de las alcachofas servidas en el plato habían sido guisadas con aceite y cuáles con mantequilla. Pietro el camarero, dice que le contestó “huélelas y lo sabrás

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