Cooperativas

INTRODUCCIÓN

En Venezuela el movimiento cooperativo ha tenido un gran impacto social a partir de la entrada en Vigencia de la Ley Especial de Asociaciones Cooperativas (LEAC) del 18 de Septiembre de 2001, donde el gobierno brindó un gran apoyo a estas empresas socialistas que se han multiplicado por todo el país para resolver necesidades, económicas, sociales y culturales que generaran bienestar social y colectivo.

Las cooperativas se rigen por la Ley Especial de Asociaciones Cooperativas (LEAC) y por las Providencias Administrativas emitidas por la Superintendencia Nacional de Cooperativas (SUNACOOP), según Giraldo (2005), “en Venezuela a partir del año 1999, el Estado venezolano se ha dedicado al desarrollo de la organización social, dirigido a las comunidades para que se organicen en asociaciones y puedan ser los propios administradores o gestores de la producción, comercialización y consumo de los productos, como es el caso del cooperativismo”. Se promovió la creación de cooperativas por medio de diversos mecanismos en prácticamente todos los ámbitos económicos del país, asumiendo su protección y promoción, a través de facilidades de financiamiento, asistencia técnica y capacitación.

Mientras en el año 2000 la Superintendencia Nacional de Cooperativas registraba apenas mil cooperativas, para marzo del 2006 se han registrado unas 90 mil cooperativas, y 264.000 para el 2008 de acuerdo a cifras suministradas por el organismo de control (SUNACOOP, 2008).

LA ORGANIZACIÓN COOPERATIVA COMO ESPACIO DE REORDENAMIENTO SOCIAL Y ECONÓMICO

El estado Venezolano asumió la economía social y el desarrollo endógeno como política de Estado en el plan de desarrollo económico y social 2.001 – 2.007. En 2001 al promulgar la Ley Especial de Asociaciones Cooperativas, que facilita la creación de estas organizaciones, reduciendo el número mínimo de miembros de siete a cinco, y simplificando los procedimientos para su legalización. También se colocaron cuantiosos recursos financieros a disposición de las nuevas cooperativas de trabajo.

La Ley de Cooperativas anterior establecía infinidad de disposiciones que pretendían regular el accionar de los entes cooperativos, limitando su capacidad de desarrollo empresarial, estableciéndoles una camisa de fuerza organizativa que las obligaba a desarrollar sólo un modelo de empresa asociativa. Eso limitó la constitución de organizaciones abiertas y flexibles que pudiesen desenvolverse en un entorno cambiante. Esa misma visión, contradictoria con la naturaleza participativa de las cooperativas, privilegiaba las formas de gestión vertical, estableciendo mecanismos legales de delegación en pequeños grupos directivos, impulsando de hecho, así, formas de democracia representativa dentro de organizaciones que por su esencia, deben desarrollar la democracia participativa. Esas disposiciones tendían a hacerlas ineficientes y propiciar las carencias y peligros que se derivan de concentrar en pocas manos la gestión de estas empresas.

La importancia de la acción de las cooperativas y de las demás empresas de la Economía Social en la cohesión social, la lucha contra la pobreza y el desarrollo integral y sostenible, su grado de desarrollo institucional y los acuerdos entre ellas y el estado, se sugiere a las comunidades que se organicen en cooperativas que les permitan ayudarse por medio de la autogestión resolver problemas y necesidades comunes.

Ya que una cooperativa es una organización en la que los propietarios y todos los que participan en ella se benefician de sus servicios. Tal como las cooperativas agrarias. En ellas los socios de la cooperativa son agricultores que unen para, comprar semillas o abonos, insumos agrícolas, maquinaria, a más bajo costo que si las adquirieran en forma individua. También pueden unirse para vender mejor sus productos a un precio razonable. Lo que distingue una cooperativa de una empresa normal es, primordialmente, que su fin principal es proporcionar servicios a sus socios y no obtener beneficios, es decir el protagonista es el socio y su comunidad y no la ganancia del "dueño".

Otras cosas que las distinguen son:

• Cualquiera puede entrar a formar parte de la cooperativa realizando una aportación inicial mínima. El trabajo puede ser parte de esa aportación.

• Que son democráticas (cada socio un voto, independientemente de su aportación en dinero o trabajo).

• No puede haber discriminación alguna por motivo de raza, sexo, religión o política.

Las cooperativas deben ser útiles a la comunidad donde trabajan, por ejemplo ofreciendo formación profesional a sus socios y empleados y al público en general, También tienen la obligación de cooperar con otras organizaciones locales, nacionales e internacionales.

Todas estas características hacen de las cooperativas una alternativa a la empresa capitalista normal. Especialmente en aquellos lugares del mundo marginados, en los que las empresas no quieren invertir porque no ven un beneficio inmediato, las cooperativas pueden ser una posibilidad de desarrollo y esperanza basada en esa máxima que afirma que "la unión hace la fuerza".

Cambio en la distribución sectorial de las cooperativas

Lo primero que demuestran las estadísticas, es un cambio en la estructura del sector cooperativo en cuanto a la importancia relativa de los distintos sectores de la actividad económica. En el Cuadro 1 se presenta la distribución de las cooperativas según la actividad para los años 1997, 2001 y 2005. Se puede observar que en 1997 la distribución de las cooperativas mantenía el esquema imperante desde que resurgió el movimiento cooperativo venezolano en 1960, con un predominio de las cooperativas de ahorro y crédito (Ver el Cuadro 2).

En 1970, la mayoría de las cooperativas se concentraban en el área de Ahorro y Crédito (50%). Esta preponderancia de las cooperativas de Ahorro y Crédito se mantiene hasta 1997, cuando el mayor porcentaje de las cooperativas (32%) se encontraba en este tipo de actividad.

En términos generales, las cooperativas recientes (después del 2000) que funcionan en el país se encuentran irregularmente distribuidas dentro del territorio nacional, estando concentradas la mayor parte de ellas en algunas zonas del país (región centro-norte costera); desarrollan sus actividades económicas en el sector de los servicios (más del 75%) y poco en la producción;

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