Cuento Corto

Había una vez un joven pastor que se llamaba Daniel pastrana él vivía con Julián su padre, en una casa muy sencilla hecha de madera , en una aldea que se llamaba el pinar como su nombre lo decía rodeada de un bello bosque que en el día se miraba su pulcro natural y en la noche se escuchaba callado como el mar, solo con el sonido del viento y las hojas que caían .

esta aldea estaba cerca de Lemurias un pueblo con estilo medieval que en su parque tenía una fuente tan hermosa, decían las personas que en la noche el agua se convertía en cristal era la atracción de aquel pueblo con sus calles de piedra, como cuero de culebra y su encantadora iglesia.

todos los sábados Daniel se iba para el pueblo por un camino de herradura a predicar el evangelio de paso compraba la provisión de la semana porque su padre estaba tan viejo que no podía caminar, el joven trabajaba la agricultura. un día Julián le dijo a su hijo ya no trabajes dedícale todo tu tiempo a Dios y él le contesto pero padre ¿de qué vamos a vivir? A lo cual le respondió, hijo hace mucho tiempo yo vivía en lemurias donde ocurrió una guerra y mataron toda la familia solo quedamos tu y yo tenía mucho dinero, pero logre escapar con un poco de la riqueza que poseía y me vine para esta aldea para no llamar la atención hice esta casa sencilla y tengo el dinero.

El joven estaba tan sorprendido por lo que le había contado su padre. un día el joven con su estilo de vaquero, con sus botas de culebra, vestido con una ropa muy humilde, su piel canela, sus ojos color miel, su altura normal, tenía 20 años . estaba sentado cerca de la fuente contemplando la tristeza de una linda joven, el se le acerco y le pregunto ¿Qué te pasa muchacha? Y ella le contesto es que me caí, le dijo el dime la verdad que a Dios no le gusta que mintamos , ella se animo y le contesto nada de muerte solo que mi madre está enferma y mi familia no tiene dinero para comprarle la medicina y le dijo no te preocupes Dios nunca nos desampara a solo hay que tener fe.

Ella viéndolo a los ojos le pregunto ¿así eres con todas las personas? Él le contesto soy pastor… tengo el don de animar a cualquier persona, Ven vamos a la iglesia voy a pedir una ofrenda para ti. Ellos se fueron el predico y le dijo a los hermanos que recaudarían una ofrenda para una persona que la necesitaba, recogió el dinero y se lo dio a la joven cómprale las medicinas a tu madre y ella le contesto con una alegría de enamorada gracias eres

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