Cómo somos los ecuatorianos ¿En verdad cumplimos con la ley?

Mucho se habla sobre justicia en el país, se palabrea tanto respecto a la democracia, pero lo único que cabe e importa en toda esta mescolanza de reglamentos, estatutos y normas es; ¿En verdad cumplimos con la ley? Para responder esta pregunta no hay que ir tan lejos, solamente miremos a nuestro padre al volante, acaso nunca se ha pasado un pare o a rebasado el límite de velocidad, creo que sí y por desgracia más frecuentemente de lo que nosotros consideramos ¨normal¨. O para quienes tienen la suerte de ir en bus, de seguro al menos una vez aquel cobrador o controlador les quedó debiendo un centavo de su respectivo vuelto justo, o si eso jamás les ha pasado sólo miremos alrededor en el mismo bus, el vehículo se encuentra lleno y lo aborda una señora anciana, de la tercera edad, o una mujer embarazada, o con un niño en brazos o cualquier persona con algún tipo de discapacidad, a veces se sube alguien que es la mezcla de todos los casos anteriores, y ¿Qué pasa?, esto sí, de seguro todos lo hemos cerciorado, muchos pasajeros no ceden su asiento a pesar de estar sentados en aquellos asientos ¨preferenciales¨, la ley los estipula así y por esta razón poseen un color característico.

Entonces qué podemos decir, existen casos y casos de ecuatorianos que no cumplen o no cumplimos, me incluyo, con la ley en ciertos aspectos de la vida cotidiana, nos hemos acostumbrado a vivir a conveniencia, a cumplir con la ley cuando nos beneficia y en aquellos casos cuando la ley nos obliga a restringirnos ciertos placeres o a incomodarnos un poco, simplemente la ignoramos, la evadimos, incluso intentamos extorsionar a los ¨defensores¨ de la ley, todo esto con el fin de salir bien librados de cualquier perjuicio. Y si con eso no basta, existe otra alternativa, los ecuatorianos somos campeones en generar pretextos, son tan elaborados y pensados que son infalibles, con completamente creíbles, incluso, no se sabe de dónde, pero siempre podemos conseguir cualquier documento legal que justifique nuestra falta, todo documento, absolutamente todo; médico, civil, familiar, policial, de todo. Es increíble lo fácil que se nos hace fabricar una excusa, pero todo lo vale al momento de no pagar por nuestros actos, evadimos las consecuencias de nuestras fallas por un bienestar propio sin importarnos los problemas que generamos, no nos importa si matamos a nuestra abuela una y otra vez, sería más factible decir que se nos murió el gato, al fin y al cabo tienen hasta nueve vidas. Los casos y anécdotas se cuentan por docenas, pero podemos recalcar que a muchos o a pocos, no lo sé con exactitud, nos falta ética, honestidad y compromiso, virtudes que a veces escasean en los ecuatorianos y tratamos de taparlas con una excusa y de la misma hacer válida nuestro incumplimiento con la ley.  

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