Daisaku Ikeda

Si bien la paz mundial es un tema que siempre ha estado presente, no muchos se atreven a intentar conseguir esta paz anhelada. Quizás es más fácil evadir los problemas en vez de hacerles frente o intentar hacer un cambio para conseguir la paz o el bien común. A pesar de que muchos se han esforzado por hacer todo lo posible para provocar un cambio en la humanidad y conseguir su felicidad mediante la no-violencia, solo unos pocos han logrado generar un cambio en el pensamiento de las personas, las cuales se adhieren a sus ideales a favor de promulgar la paz.

“La paz, por tanto, no es un objetivo, sino una consecuencia. No se puede imponer la paz, ni tampoco tratar de mantenerla mediante tratados, palabras, promesas, ni, mucho menos, mediante la fuerza. Está claro que no se consigue” (Mahatma Gandhi).

Uno de los medios por los cuales se promueve la paz mundial es la educación, ya que, es de suma importancia aprender a no hacer daño al prójimo y que mediante pequeños actos se puede generar un gran cambio para la sociedad en general. Daisaku Ikeda, filósofo budista, promotor de la paz y de la educación señala "La paz no es un concepto abstracto, alejado de nuestra vida cotidiana. Se engendra en medio de la realidad de nuestro diario vivir, cuando sembramos, en lo más recóndito de nuestro ser, las semillas que le dan vida y las hacemos germinar a lo largo de nuestra existencia."

A lo largo del siglo XX la humanidad ha tenido que enfrentar una serie de batallas, ciertamente las más importantes han sido la I y II Guerra Mundial las que provocaron cambios en las personas tanto para bien como para mal y que impulsaron a ciertos grupos de individuos a intentar combatir contra todos estos desastres mediante la promulgación de la paz, utilizando diferentes medios. Daisaku Ikeda presidente de la Soka Gakkai Internacional, ha recorrido el orbe entero para promover el diálogo y buscar vías creativas que permitan resolver los problemas acuciantes que enfrenta el género humano. Ha fundado escuelas, universidades y varias instituciones dedicadas al fomento de la paz, la cultura y el intercambio internacional.

Una de las primeras labores de Ikeda como líder fue el aumentar el número de familiar seguidoras de la organización, su capacidad para organizar e inspirar a la gente quedó demostrada de manera mucho más contundente, durante la hoy histórica campaña de Osaka, en 1956. Con su guía, la organización de Osaka incorporó como miembros a ciento once mil ciento once familias, en el lapso de un solo mes.

LA LUCHA SIN VIOLENCIA CONTRA LA VIOLENCIA

DAISAKU IKEDA

El liderazgo tiene que ver con la capacidad de un individuo de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover e incentivar, enmarcándonos en aquello se puede apreciar a Daisaku Ikeda como un líder que aún sigue trabajando para cumplir sus objetivos en relación a promover la paz.

A lo largo de su trabajo como líder de la Sōka Gakkai Internacional, Ikeda a incentivado a todos sus seguidores a promover la paz y el respeto por la vida humana, siendo el diálogo su principal camino, “En tanto la historia de la humanidad siga su curso, habremos de enfrentar el desafío perenne de establecer, mantener y fortalecer la paz a través del diálogo, de hacer del diálogo el camino certero y firme hacia la paz. Debemos sostener y proclamar esa convicción una y otra vez, sin inmutarnos ante el frío menosprecio o las críticas despiadadas que podamos despertar en los demás.” (Daisaku Ikeda.)

Los objetivos de éste líder están puestos en el mundo en general, por lo cual, ha mantenido diálogos con muchos otros líderes, entre los cuales se pueden mencionar al primer ministro de la Unión Soviética, Aleksey Kosygin, en 1974; el presidente soviético Mijail Gorbachov en 1990 y en el mismo año se reúne con Nelson Mandela, así ha mantenido relaciones con diferentes líderes del mundo entero a pesar de que muchas veces fue cuestionado por mantener dichos diálogos con líderes de países que rechazaban básicamente la religión y desalentaba la fe en cualquier credo, siendo él un líder de una organización budista, ante estas críticas Daisaku Ikeda señala “Precisamente, porque soy un ciudadano común, puedo actuar sin las restricciones que el lucro, la posición o la política imponen. Mi única postura es la de un ser humano común y corriente, y es en esa condición que alenté la esperanza de estimular y consolidar, aunque fuese mínimamente, la decisión de lograr la paz y de convertirla en un compromiso global.”

Daisaku Ikeda ha desarrollado una enorme variedad de actividades en su búsqueda de la paz global. Sus constantes esfuerzos incluyen actuaciones diplomáticas llevadas a cabo en calidad de ciudadano común; diálogos con personalidades de todo el mundo; publicaciones y propuestas, y el establecimiento de diversas instituciones dedicadas a la paz. Ikeda inspira de manera incesante las actividades globales que realiza la SGI entre las filas del pueblo, en áreas como la protección de los derechos humanos, la abolición nuclear, el desarme, el desarrollo sostenible y el intercambio cultural. Esta contante lucha se debe a cómo le afectó siendo joven la Segunda Guerra Mundial, Para Ikeda, la paz es mucho más que la mera ausencia de guerra. “…esta requiere una serie de condiciones que permitan apreciar las diferencias

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