¿Dejamos suficiente tiempo y espacio de juego a los niños/as? ¿por qué?

1. ¿Dejamos suficiente tiempo  y espacio de juego a los niños/as? ¿por qué?

No, no tienen tiempo ni espacio de juego.

 El espacio de juego que se le da a los niños es la casa, la cual es una imitación a una ciudad, en ella están todas las comodidades pero está bajo vigilancia. Los niños deberían jugar libremente y ello significa salir de casa, jugar en la calle sin vigilancia del adulto, encontrarse con los amigos, decidir un juego entre todos, dedicarle un tiempo libremente y vivirlo con ilusión o desilusión. Ambos sentimientos forman parte del juego. El juego necesita variedad de entornos para hacerlo más rico. Sería perfecto que los padres jugasen con los hijos, pero si realmente quieren jugar, sin fingir ni sentirse obligados. Aunque la verdadera necesidad del niño es jugar con otros niños libremente y tener la posibilidad de jugar con niños de diferentes edades.

El sentimiento de culpa de los padres por no poder dedicar más tiempo a sus hijos es el que les hace quitarle ese tiempo de juego, pues los ocupan con actividades extraescolares, para que los niños se puedan relacionar con otros niños, ya sea en ludotecas o en clases de baloncesto, por ejemplo. Pero los niños no quieren estar recluidos en todos esos espacios que construimos para que estén controlados.

2 ¿Cómo es el juego en la actualidad? ¿Es mejor o peor que  el que  tuvimos nosotros/as?

En la actualidad no hay juego libre, la mayoría de los niños acuden a actividades extraescolares, juegan solos o con tablets, móviles, videoconsolas… en las que los padres han visto una forma de entretenerlos.

Antes, hacer un amigo nuevo era un riesgo que requería capacidad de conocimiento de los otros. Hoy en día a los niños les falta la experiencia de crear relaciones que tengan que afrontar solos.

Antes, los niños jugaban en la calle a su libre elección, jugaban a sus propios juegos, creando sus propias normas y solucionando los enfados con los demás niños. Eso hoy en día no sucede, en primer lugar porque se les ha quitado el derecho de jugar, existen zonas de columpios donde se pueden encontrar señales como “prohibido jugar con la pelota”. También  sucede que cuando un niño tiene un problema con otro son los adultos los que actúan sin dejar que sean los propios niños los que lo solucionen. Hay que darse cuenta de que el riesgo es un componente esencial del desarrollo. Sería deseable que los niños encontraran sus obstáculos en el momento útil, medir si pueden saltar un riachuelo o si les compensa relacionarse con alguien.

3. ¿Cuáles son tus propuestas de mejora o de cambio?

Se debería de valorar el juego de los niños, darle suficiente tiempo y espacio. Fomentar que sea libre y no dirigido. Se les debería de dar más autonomía, con normas de espacio, de tiempo y sociales.

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