Derecho Penal

COMPARACIÓN DEL JUICIO DE SÓCRATES Y EL JUICIO DE JESUS.

Al ver en retrospectiva el proceso de juicio que llevaron Sócrates y Jesucristo podemos encontrar muchas similitudes.

Para empezar, ninguno de ellos fue juzgado correctamente, es decir, ambos fueron víctimas de la ira colectiva y los dirigentes de sus ciudades no pudieron mantener a la multitud enardecida bajo control, aun sabiendo que lo que solicitaban no era justo o correcto y que no tenían argumentos suficientes ni válidos para llevar las ejecuciones.

Ambos personajes fueron condenados por motivos personales de los dirigentes de sus ciudades en esa época, porque a ambos se les consideraba alborotadores e incitadores a pensar... Fueron condenados a muerte por tener un pensamiento diferente y no seguir a la corriente, fueron enjuiciados, encarcelados, humillados y asesinados por hablar la verdad, porque esa verdad era diferente a la verdad que los dirigentes concebían.

Los discípulos de ambos predicadores fueron los que intervinieron, denunciaron y entregaron a sus maestros, siendo esto prueba de que ninguno de ellos era digno de estar a lado de ellos y mucho menos de ser llamados discípulos ya que no creo que sus maestros les hubieran ensañado eso.

Ninguno de los acusados tuvieron ni tiempo ni oportunidad de defenderse, Jesucristo sabía que había sido enviado para vivir ese momento, por ello tampoco insistió en defenderse, sin embargo es importante recalcar que de haber tenido que defenderse no lo hubieran condenado ya que no había razón. Por otro lado, cuando juzgaron a Sócrates, el tiempo que le dieron para defenderse fue muy corto, medido con reloj de agua, por lo cual, a mi parecer cayó en la indignación y ya no quiso proceder de otra manera al darse cuenta que con esa gente no se podía razonar.

Para asesinarlos, a ambos les dieron la pena máxima, los condenaron a la muerte más dolorosa, y ambos la tomaron sin renegar ni reclamar, conscientes de que las personas jamás entenderían lo que estaban haciendo.

Es importante recalcar que, aunque ambas personas murieron de forma injusta, dolorosa, penosa y humillante, la muerte de Jesucristo junto a la de Sócrates no tiene comparación.

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