Desinhibicion Y Naturalidad

LA DESINHIBICIÓN.

La inhibición se conceptualiza como un estado pasajero en el que la persona sufre un breve estado de conmoción interna que nubla su capacidad de raciocinio y del que puede fácilmente salir por sus propios medios. Frente al público, lo primero que sentimos es una profunda emoción, por lo mismo que quedamos solos a merced de la mirada escrutadora de personas que no conocemos. Esta emoción conmociona todo nuestro ser y en determinados casos nubla el raciocinio haciéndonos pensar ya no en nosotros sino en el juicio que los demás estén haciéndose respecto de nosotros.

Pero esta emoción de hablar en público siempre nos da una respuesta bivalente. Por un lado, de satisfacción o complacencia por lo mismo que valoramos y apreciamos el que los demás nos escuchen o aplaudan aún sin conocernos, y por otro lado de temor, angustia y hasta desesperación al verificar interiormente que quizá no estemos tan bien preparados, que exista dentro del auditorio personas con más conocimiento del tema que nosotros y, sobre todo, de no saber a ciencia cierta si estaremos empleando un léxico apropiado, de no saber si les estaremos cansando con nuestras palabras, de no saber si estaremos colmando las expectativas que los demás se han trazado con nosotros, entre otros.

El resultado de esta contradicción entre sentimiento positivo y sentimiento negativo también se dará en un plano subjetivo que, muchas veces, en función del alto o bajo nivel de Autoestima de la persona, corresponderá a elevados o relativos niveles de inhibición personal. Esta inhibición es la respuesta natural de la totalidad mente-cuerpo a situaciones de veras complejas donde se pone a prueba toda la estructura de la personalidad. Si la persona es sana, tuvo una infancia agradable, con familia muy bien estructurada, sin traumas ni fobias infantiles, con afecto y alto grado de socialización, entonces el grado de inhibición será casi insignificante (en este caso estaremos refiriéndonos a una persona desinhibida). Pero en cambio, si se trata de personas enfermizas, con infancias difíciles, llenas de traumas, sin afecto ni trato, y sobre todo, con familias desestructuradas y escaso roce social, se darán cuadros realmente patéticos de inhibición personal.

LA NATURALIDAD.

La naturalidad, es la capacidad que tiene una persona de presentarse como es la persona, siendo uno mismo, incluso con sus defectos, sin pretender representar un papel. Para esto recuerde su propia experiencia de vida, las relaciones que mantuvo con las personas, a lo largo de su vida, y concéntrese en las relaciones positivas, con amigos, fontaneros, médicos, actores, filósofos, existe una gran gama de personas probablemente todos son muy diferentes pero tienen algo en común, la naturalidad de su comportamiento. Da igual que sea el portero de la oficina, o un jeque árabe, si se dirige a usted con sencillez, con naturalidad, si no finge nada, si no pretende nada siempre sentirá una simpatía hacia esa persona. En cambio ocurre todo lo contrario con una persona pedante.

Por esta razón el consejo es obvio, cuando actúe en público pórtese con sencillez, no finja nada, no pretenda, solo realice su tarea, diga lo que tenga que decir y nada más, sea usted mismo, y ya que los seres humanos tenemos esta tendencia, aprovéchela, no nade contra la corriente. Algunas personas dicen que con sus deficiencias va a causar un mala impresión, o causar un mal efecto, sin embargo, esto no es cierto, porque al mostrarse tal y como es la audiencia sentirá una empatía hacia el orador. Lo esencial en la actuación pública es lograr el favor del auditorio, y transmitirle nuestras ideas y sentimientos, y si además conseguimos su admiración, mejor aún; sin embargo, este es un factor secundario que se da por añadidura, nunca como meta inicial.

La exposición de temas es una parte fundamental del desarrollo estudiantil la cual puede influir en el éxito profesional. Saber cómo realizar la exposición de temas ante un público es de suma importancia. Sin embargo, aunque en la escuela se enseñan las técnicas y los pasos para realizarlas, muchos estudiantes sufren a la hora de exponer ya sea por el pánico a hablar en público o porque no saben cómo hacerlo.

Muchos otros, no le dan la importancia debida, considerando las presentaciones orales como un deber escolar del cual se quiere salir libre lo más rápido posible. No se dan cuenta que la práctica en las exposiciones y el dominio de las presentaciones en público son aspectos que influirán en gran medida en su éxito profesional.

La importancia que tienen estos dos aspectos (la naturalidad y la desinhibición) en las exposiciones orales, es que ayudan a lograr el entendimiento del tema, a causar una impresión positiva a la audiencia, tanto en el tema como hacia el orador,

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