Documentología

Documentología

   Es el estudio de un documento (sea público o privado, haya sido realizado en forma manuscrita o mecánica), de sus firmas, de su escritura, del sistema de impresión empleado, de las medidas de seguridad (si las hubiera), de los elementos escritores, las tintas, los soportes empleados, sellos, timbrados, con tal de poder establecer:

• La autenticidad o falsedad del documento.

• La autenticidad o falsedad de las firmas o escrituras que posea.

• Si presenta o no maniobras fraudulentas.

• Determinar, si es posible, su autoría (quien lo redactó).

• Establecer qué elementos intervinieron en su confección (tipo de elemento escritor, soporte, tinta, sistema de impresión, sellos, etc.). Dependiendo el caso, en ocasiones se podrán identificar o individualizar estos elementos (ej.: de entre tres bolígrafos, saber cuál fue el utilizado para elaborar el documento).

• Establecer, entre dos trazos, cuál fue confeccionado primero.

• Aportar cualquier otro dato que pueda ser de interés para el esclarecimiento de un hecho.

Documentología, Pericias caligráficas y Grafología

Todos los estudios documentológicos anteriormente mencionados y efectuados dentro del ámbito pericial pueden ser denominados como pericias documentológicas, scopométricas (“scopos” de skopein = ver, observar; “métricas” de metrón = medir, medida) o caligráficas (no relacionándose este último término con el arte o la habilidad de poder escribir con letra clara, bien formada o que guarde cierta estética, sino refiriéndose al conjunto de características que puede presentar un escritura o una firma).

En nuestro país, tanto el Calígrafo Público Nacional, como el Perito en Documentología y el Licenciado en Criminalística están habilitados para poder llevar a cabo este tipo de estudios. Sin embargo, una de las confusiones que suele presentarse en el común de la gente es la equivocada asociación entre el abanico de exámenes ya mencionado y el estudio de la escritura o una firma con el fin de poder apreciar aspectos psicológicos determinados y propios del escribiente.

Se aclara desde el principio la diferencia existente entre lo que es la Documentología y la Grafología, siendo la segunda una disciplina psicológica que busca estudiar la personalidad de los individuos a través de la observación e interpretación de todas características plasmadas en la escritura, en sus firmas, o en diferentes expresiones gráficas.

Ambas estudian la escritura; ambas observan las mismas características (comienzos, terminaciones, desarrollos, evoluciones, formas, tamaños, ubicaciones, espaciamientos, direcciones, orientaciones, etc.); y ambas pueden brindar aportes a la Criminalística o al esclarecimiento de un hecho. La distinción fundamental radicaría en la finalidad o los propósitos que ambas persigan.

Mientras que en una pericia documentológica es posible establecer quién fue el autor de un escrito o una firma, o si alguna de estas es auténtica o falsa (conceptos que serán tratados más adelante), una pericia grafológica buscará sumergirse en los aspectos propios de la psiquis de un individuo al momento de escribir.

La grafología evaluará el carácter, temperamento, la conducta, el estado de ánimo, la forma de ser de cada persona, el grado de madurez emocional, el potencial intelectual, la creatividad, los sentimientos, el autoestima o la sexualidad. Intentará configurar un perfil psicológico de la misma, o incluso detectar posibles señales de trastornos mentales o enfermedades.

También es empleada al momento de tener que evaluar las capacidades de quien quiera ostentar algún cargo o puesto laboral o profesional, a fin de saber si el aspirante cumple con ciertos requisitos de interés para poder realizar una tarea de forma satisfactoria, o para ver cuál de todos los aspirantes se adecua mejor al puesto pretendido.

Dado que el conjunto de signos que componen la palabra escrita le permiten al hombre expresar sus ideas, es evidente la influencia del pensamiento y del cerebro al momento de querer comunicar algo de manera gráfica. En el caso de la firma, esta influencia también se observa ya que la misma contiene su carga emotiva al tener que ser empleada para avalar algo. Sin mencionar que toda acción del ser humano nace del cerebro.

Es por ello que (como también veremos más adelante), este órgano juega un papel protagónico en la elaboración de ambos (firma y escritura). La Grafología se apoya sobre esta premisa para las conclusiones que puedan surgir a partir de ella.

Por otro lado, algunos profesionales hacen uso del término grafometría atribuyéndolo a un  tipo estudio en particular (no muy habitual de llevar adelante) que se puede hacer sobre una firma o una escritura manuscrita. Este estudio se lleva a cabo a través de mediciones efectuadas con carácter riguroso y milimétrico de los diferentes trazos, trazados, rasgos y movimientos efectuados al momento de escribir o firmar.

Si bien en el ámbito de la Documentología es importante observar los tamaños y las dimensiones de los elementos que conforman una firma o la escritura manuscrita, no se contempla la necesidad de realizar mensuras con instrumental métrico (tales como reglas o escuadras) con tal de comparar y valorar los resultados obtenidos.

Esto es así dado que el ser humano no es un ser mecanizado, y por más que lo intente no le será posible realizar siempre un mismo movimiento escritural de la misma manera y de forma exactamente igual. Siempre se presentará una diferencia (por muy sutil que sea), lo que se traduce en el hecho de que no podamos hacer dos firmas, o incluso dos letras, de la misma forma, aun cuando seamos el autor de ambas.

Por ello, en cada pericia documentológica que practiquemos sobre una escritura manuscrita no tendremos que hacer mediciones exactas, sino estimativas (por ende, no vamos a hacer pericias grafométricas), limitándonos a decir si algo es de tamaño grande, mediano, pequeño, amplio, corto, muy expansivo, medianamente expansivo, poco expansivo, en relación al total de la firma o de las letras.

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