Drogadicion

Drogadicción

La drogadicción es uno de los temas más controvertidos que existen en el mundo actual, por todo lo que conlleva negativamente hablando y por sus defensores que solo justifican y alardean positivamente acerca del mismo, haciendo referencia a sus reacciones “positivas” en el cuerpo humano. Las drogas alucinógenas, el éxtasis, las metanfetaminas, la marihuana, los estimulantes (entre ellos, los vegetales), la cocaína, las anfetaminas y el mismo alcohol; hacen parte de una larga lista de drogas que distorsionan la mente y el organismo de las personas quienes la consumen y por ende, van degradando los órganos vitales del ser humano y las neuronas. Cuando una persona pasa de consumir una droga esporádicamente a hacerlo ya de manera continua y sin reserva alguna, pasa a hacer indudablemente una persona drogadicta.

La drogadicción tomada como lo que es, una enfermedad, debe llevarnos a ese punto cúspide de entendimiento y solidaridad para con las personas que la padecen. Ahora, el mismo sistema nos ha llevado al pensamiento libertino de que cada persona como artífice de su propia existencia, puede tomar su libre albedrío y hacer con su vida lo que a ella parezca más conveniente. Y aunque en realidad es real esto, creo que más que hacer alarde de una u otra posición, es necesario fomentar la concientización y los contra de todo este tema, que abruma hoy en día a millones de personas y que tristemente es la juventud la más susceptible y la que se encuentra en mayor riesgo y/o padecimiento.

Por estas razones, es importante darnos cuenta que la vida es el tesoro más grande que debemos cuidar y que nuestro cuerpo como templo sagrado, es la carta de presentación y el que transmite todo lo que llevas dentro. Ahora no podemos entrar a juzgar a alguien solo por la apariencia sin entrar a conocerla; pero la realidad de la vida y del sistema del que hacemos parte, es que la apariencia importa muchísimo a los ojos de cualquier sociedad. Y lo que los demás perciben al verte es lo que juzgan de entrada. Por tal motivo, es que debemos tratar de cuidar y respetar nuestro ser, desde la parte emocional hasta la física y entender que degradándolo solo estamos ocasionando un daño a largo plazo, un daño que bien es decirlo, será irrevocable y muy perjudicial, no solo para nosotros sino para los nuestros.

Si conocemos a una persona drogadicta, no es bueno rechazarla ni entrar a juzgar su vida, ya que pueden ser muchas las razones de haber llegado a tal punto. Hay personas muy débiles, en el sentido de que creen que una droga puede darle solución a una cantidad de acontecimientos poco favorables, cuando lo único que hace la misma es empeorar la situación y hacer sentir aún más mal a quien la consume. No es una solución, es un problema mayor. Es necesario, ser una mano amiga para con aquel que lo necesita. Buscar estar rodeado solo de personas “buenas” es una salida facilista a llevar una vida cómoda, cuando en realidad podemos hacer mucho y contribuir de manera bien especial para con aquel que nos necesita y para aquel que podemos ser de bastante utilidad. Comprendamos el punto. No demos la espalda a esta situación que nos puede tocar a nosotros o una persona allegada. Es un tema bien difícil y debemos tratar de recordar que hoy lo hacemos por alguien y mañana lo podrían hacer por nosotros.

Cuando una persona está negada a recibir ayuda es algo muy complicado, pero cuando hablamos de esa persona que comparte nuestro camino, ya sea alguien que queremos muchísimo o un familiar, es necesario hacer todo lo posible por darle la mano y acompañarlo en este largo, pero no imposible camino de recuperación. Y es que no solo debe recuperar su cuerpo ya desgastado, sino darle un cambio a su pensamiento y manera de ver la vida que es algo más complejo, que puede darse si nos tornamos un apoyo indispensable y si siente que cuenta con personas que la quieren

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