ELISSA O LA BÚSQUEDA DE LA EQUIDAD EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Se es consecuente con los cambios cuando éstos, avizoran efectivamente el tránsito por senderos de progreso y desarrollo para un país que a fuerza de cargas tributarias va acomodándose en el lugar que debe ocupar en el contexto global, siempre y cuando esas cargas impositivas recaigan sobre los estratos más altos y en aquellos que devengan mucho más que la gran mayoría.

La conclusión con que se inicia este ensayo, a modo de inversión textual, es el fruto de una mirada al panorama actual de la puesta en escena de una de esas comedias en donde el papel de los actores esta bien determinado por su vida real o mejor, su mejor hacer en la vida real (política), claro que estas palabras tienen un presupuesto; efectivamente están inscritas en la línea de pensamiento del Nobel Buchanan.

Sin embargo, es preciso ampliar el campo textual para abordar tan clara intención. Sucede que en el gobierno de Juan Manuel Santos se gestó la nueva reforma tributaria bajo el nombre de Elissa, sigla que traduce, al hilo del ministro Juan Carlos Echeverri las estrategias: equidad, limpieza, sencillez, seducción y adaptación; con el objetivo de mejorar el tema de la equidad y abrir las puertas para lograr que se cumpla con las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes.

En otras palabras, se trata de ampliar y dar nuevas formas a la gama de cobros de impuestos o mejor seducir con la sencillez de una reforma tributaria para limpiar y adaptar la equidad, por cierto bien desadaptada en tantos y tantos gobiernos sucesivos.

La historia tributaria colombiana esta plagada de inequidad e ineficiencia, es decir esta plagada de un alto contenido de problemas de índole estructural. En la búsqueda de una estructura tributaria en donde claramente se combinen enfoques de tipo dogmático y positivo se plantea finalmente la realización de un sueño al estilo Santos – Echeverry.

Esta reforma tributaria es la puesta en escena de los ideales políticos que subyacen en el fondo del gobierno colombiano, se tiene por tanto la esperanza que no caigan en el teje maneje de gobiernos anteriores como el del expresidente Alvaro Uribe que insinúo pero se asusto, eso de perder el apoyo de las clases más altas era un costo muy alto que no debía pagarse; lo que, muy seguramente, debió expresar su ministro de Hacienda Carrasquilla; y otros gobiernos que solo hacían ajustes que no beneficiaron sus propuestas de finanzas públicas, ya que combinaban excepciones y exenciones en procura de sostener un sistema que resultó incoherente, sin equidad y con ineficientes cobros de impuestos.

El objetivo de esta estructura tributaria se centra en racionalizar el estatuto tributario, lo que finalmente plantea beneficios y afectaciones a los intereses de empresarios y de los que devengan mucho más, además de combatir la evasión, por ejemplo, tal como se lee en la estrategia Elissa:

En la búsqueda de la equidad,

“E1 - Evitaremos que los que ganan menos paguen más impuestos

E2 - Impediremos que se abuse de esquemas legales que usan algunas empresas para no pagar sus impuestos

E3 - Cambiaremos la situación actual para evitar que los que más ganan se queden con los beneficios tributarios

E4 - Combatiremos las trampas que surgen de los tratamientos tributarios especiales”

En la labor de limpieza,

“Li1 - El estatuto tributario no solo está dividido en 6 libros que contienen más de 881 artículos, sino que además existen 136 disposiciones que lo complementan

Li2 - El estatuto tributario es una colcha de retazos y por eso tiene problemas de coherencia y consistencia”.

Hacia el logro de la simplicidad,

“ Si1 - Existen:

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