Ejemplo de la Comunicación comunicativa.

Las dulces mentiras de los congresistas. ^[a]

El gobierno, en una iniciativa muy “saludable”, quería ponerles un impuesto de trecientos pesos por litro a las bebidas azucaradas como las gaseosas, tés y jugos. Pero en un frenético intento de tumbar esta iniciativa el alegato preferido por los políticos fue que les importa el pueblo, cuando en realidad solo se impero el beneficio propio. Y es que, las cifras y estadísticas nunca mienten, desvelando así un panorama incómodo y preocupante en Colombia, evidenciando el error garrafal del congreso, el mismo congreso que debió aprobar el impuesto a las bebidas azucaradas.^[b]

Muchos eran los beneficios que esta medida prometía a los colombianos, tan importantes como; reducir el consumo de las bebidas azucaradas que tienen muchos riesgos para la salud^[c]. La misma salud que 26 grandes estudios concluyeron no se veía afectada directamente por el azúcar, mucho antes de enterarnos que todos estuvieron untados por la industria azucarera, tan claro como lo dice (O'connor) en el New York Times; “[…]Other reports revealed that the beverage industry was paying dietitians and health experts to write social media posts opposing soda taxes and encouraging consumers to drink soda as a healthy snack[…]”^[d] (2016)

Pero si el factor salud no es suficientemente revelador para los congresistas escépticos de nuestro país, quizás si les hablamos de números logremos captar su atención. Y es que claramente el impuesto ayudaría a recaudar dinero para invertir en asuntos necesarios para nuestro país, como en la salud por ejemplo^[e], comportamiento que se evidencio en países como México luego de la entrada en vigencia de una medida similar, “ Se recaudaron más de 39 mil millones de pesos durante los primeros dos años de implementación de este impuesto especial; se ha empezado a invertir una parte de estos recursos en la instalación de bebederos en escuelas de todo el país.”^[f] (Lira, 2016)^[g]

Sin embargo, la alarma más preocupante, en lo que a salud e inversión social se refiere, debe ser la propia, la que les compete a los colombianos^[h] y que suena cada año, y la que estadísticamente refleja, según la revista Semana, que más de ochenta mil de los casos de diabetes confirmados en el país están estrechamente relacionados con el consumo de  bebidas azucaradas.

En conclusión, solo queda resaltar la manera tan inescrupulosa con la que se nos arrebató de la “boca” una posibilidad tangible de blindar y preservar la salud de miles de colombianos al imponerse el interés económico de unos pocos sobre el bienestar general, que se tradujo en la no aprobación de un impuesto necesario a las bebidas azucaradas.

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