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El Anciano Y La Sexualidad


Enviado por   •  15 de Julio de 2015  •  425 Palabras (2 Páginas)  •  142 Visitas

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EL ANCIANO Y LA SEXUALIDAD.

Por tradición, la pauta de interacción social que corresponde a la sexualidad se ha considerado cosa prohibida. Como se efectué esta interacción depende tanto de la instrucción como de la educación que cada quien posea acerca de la sexualidad.

Los antecedentes de sexualidad son determinantes de una etapa a otra de la vida del individuo.

También tiene un papel importante la idea, aprendida de la sociedad como rasgo cultural, relativo a lo que se considera “normal”, “decente”, “permitido” o “de acuerdo a su edad”.

Una persona que se ha aceptado sexualmente durante varios años, de pronto resulta un extraño para sí mismo; no reconoce como propios sus disminuidos deseos o la exacerbación de estos “a sus años”; y puede tender a la represión de varias exteriorizaciones calificadas de masculinas o femeninas.

Es una característica cultural de algunas sociedades el aceptar e incluso alentar la sexualidad entre los jóvenes; pero en los viejos es inadmisible, lo cual impone muchos sufrimientos al anciano, que se encuentra ridículo, cuando no hasta culpable, de sus propios deseos.

Es necesario recordar que la sexualidad es algo más que lo puramente genital. Las vivencias no son meros llamados del instinto o llamaradas hormonales; con llevan además, sentimientos de amor y de ternura, a los que todo ser humano tiene derecho; derecho que no se ha de perder solo por envejecer. El hecho de haber alcanzado edades avanzadas no es razón para caer en la soledad sexual, entendiendo por tal “carencia de una cálida e íntima amistad con una persona del sexo opuesto”

Una vez más los factores psicosociales convergen en un solo punto: el hombre, determinando su ser y su cómo ser. Las modificaciones anatómicas y funcionales impactan en la psiquis y la conducta social.

En la vejez, la erección peniana variara en frecuencia, dureza, duración y en el ángulo que forma con el vientre, así como la fuerza de proyección de líquido seminal y la cantidad de este. Los cambios esqueléticos, musculares y de otros sistemas pueden imponer restricciones para tomar ciertas posiciones o para tener una relación sexogenital intensa, por presentarse espasmos musculares, dolor, palpitaciones o problemas respiratorios. La atrofia y disminución de la lubricación y acidez vaginal llevan a la mujer de edad avanzada a rechazar la relación sexogenital.

El disfrutar de las relaciones sexuales no tiene por qué estar vedado en la vejez – hay que saber envejecer- la actividad sexogenital entre personas de edad avanzada habrá de guiarse por actitudes que tengan por finalidad una experiencia reciproca donde el cuerpo, la mente y las emociones encuentren su mejor expresión.

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