El Mar

Mar, tu dulce recuerdo.

Vivíamos a la orilla del mar, mi madre, mi hermana y yo. Acostumbraba quedarme horas en el mar para solo sentir como su brisa hacia que mi cabello se alborotaba, escuchar la tranquilidad y la paz, era un hermoso paisaje que podía disfrutar horas y horas. Me encantaba ver como el sol se ocultaba en el horizonte, no tenía palabras para describirlo solo que era tan hermoso contemplar ese momento. Mi cuarto daba una bella vista hacia el mar, me agradaba despertar en las mañanas y escuchar el dulce sonido del mar. Una noche desperté al escuchar los gritos de mi madre, lo primero que pensé fue que mi hermana y ella peleaban de nuevo, sus peleas siempre se trataban de lo mismo “Mamá es que tu nunca me dejas salir…” siempre era lo mismo, pero como ya era muy común entre ellas, decidí volver dormir.

Me desperté horas después y solo puede escuchar el sonido de una ambulancia y ver unas molestas luces que daban vueltas en mi cabeza, lo primero que pensé fue que era un sueño, pero mire por mi ventana y pude ver claramente a la ambulancia. Esto es en sueño ¿verdad?, cerré los ojos con fuerza y los volví abrir y nada, al parecer esto no era un sueño, era real.

Baje casi corriendo de las escaleras para dirigirme a la puerta principal y ahí estaba mi madre, dejando caer un una gran llanto, lo único que hice fue ir hacia ella y abrazarla, ¿Qué había pasado? No tenía ni la menor idea así que decidí ir hacia la parte trasera de la ambulancia, y ahí la vi, era mi hermana ¿Qué había pasado? No entendía nada, quise llegar hacia ella pero el paramédico me lo impedía, trate de empujarlo con todas mi fuerzas para ver a mi hermana, quería ver si estaba bien, que le había pasado, pero mi intento fue algo inútil se la habían llevado, solo alcance a ver su cuerpo, inmóvil y pálido, sentí como mis lagrimas empezaron a caer ante mi rostro. Me quede quieta por un momento, necesitaba saber que había pasado. Volteé hacia mi madre y apenas pude decir “Mamá... ¿Qué paso?” no podía decir mucho mi sollozo me lo impedía, mi madre me contestó “ella intentó…” no pudo acabar esa oración y yo respondí “¿Intentó… suicidarse?” muy apenas pude decir esas palabras, y ella solo asintió. Era muy difícil para mí pensar en que mi hermana había intentado suicidarse, lo más seguro era que se quería ahogar, ya que cuando la vi acostada en la camilla de la ambulancia estaba toda mojada, bueno eso era lo que suponía. Intentamos calmarnos por un momento, la lleve al coche y fuimos directo al hospital. Durante el camino todo fue un absoluto silencio, mi madre no paraba de llorar y maldecir, al igual que yo. Intente calmar un poco mi llanto pero al parecer era inútil, mis lagrimas no paraban de caer, tampoco podía dejar de pensar en mi hermana intentando suicidarse, era algo terrible.

Llegamos al hospital, preguntamos por mi hermana y vi a un doctor que se nos acercaba y nos dijo “ustedes son familiares de la joven Park” mi madre no respondía así que le dije “si, ¿ella está bien, podemos verla?” el solo agacho la mirada y ambas empezamos a llorar “Lo sentimos mucho...hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero no pudimos lograrlo…”, esas fueron las últimas palabras que recuerdo de ese día.

Transcurrieron los días, nos mudamos pero seguimos viviendo a orillas del mar, eso a la vez era bueno y malo, el sonido del mar me relajaba pero me recordaba a mi hermana. Cada vez que veía hacia el horizonte veía a mi hermana sonriendo como siempre lo hacía. Mientras mi madre, cada vez que estaba con ella hacia un esfuerzo por sonreír ante mi presencia, pero sabía que en el interior de su corazón estaba destrozada y como no estarlo perdió a una de sus hijas, y yo a una hermana. Aunque evadiéramos el tema de mi hermana, siempre la recordaremos. El mar siempre será un recuerdo de lo que ella

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