El Modernismo

Visión del cisne en la marea critica

Hablar de modernismo es plantear una polémica no solamente vieja sino que trasciende los linderos de la reflexión exclusivamente literaria. Como fenómeno multifacético, no es una escuela sino un estilo de época cuya resonancia afectaron la vida social, la literatura, la política, la religión a partir de la década de los 80, produciéndose en la cultura hispanoamericana, como consecuencia de su aparición, una revolución ideológica y artística, vigente en el siglo XX.

Sin embargo, se pueden marcar dos líneas de discusión con respuestas contrapuestas en el debate crítico:

• Una es la que se genera desde una perspectiva tradicional la cual plantea que el modernismo fue una ESCUELA LITERARIA, con características propias: exótica preciosista y decadentista, elaboración de su forma, búsqueda de nuevos metros y ritmos, amor a la elegancia, la guerra al prosaísmo del léxico, el exotismo del paisaje, el juego de la fantasía, el cultivo de una arte desinteresado, la exhibición y complacencia sensual y cuyas expresiones serían azul y prosas profanas de Rubén Darío. Además esta visión afirma que el modernismo se divide en dos etapas sucesivas, la primera que es la preciosista y la segunda es la mundonovista. En la primera destaca lo que es el refinamiento artificioso, amaneramiento, imposición de símbolos elegantes (cisne, pavo real, flor de lis), temas desentrañados de civilizaciones exóticas o de épocas pretéritas; sinestesias (colores, sonidos, etc.), ocultamiento de los sentimientos, ligera alusión a los temas americanos; en general, un ansia de refinamiento originalidad y aristocracia de la forma, que a veces degeneraba a frivolidad. En la segunda etapa no se renuncia a trabajar al lenguaje con el arte; el lirismo personal alcanza manifestaciones intensas ante el eterno misterio de la vida y de la muerte, el ansia de lograr la expresión artística cuyo sentido fuera genuinamente americano es lo que prevalece. Captar la vida y el ambiente de los pueblos de América, traducir sus inquietudes, sus ideales y sus esperanzas, a eso tendio el modernismo en su etapa final; además, es en esta etapa en donde concluyen que es ruben dario el iniciador, el verdadero artista prototípico y la figura máxima del modernismo y como precurosres mencionan a José Martí cuyas obras cumbres son: “nuestra america”, “versos sencillos”, “versos libres”, asi mismo hacen mención a manuel gutierrez Nájera, julian del casal y jose asunción silva.

• La otra visión es la que fue planteada por Federico onis en 1934, la cual fue seguida por juan ramón jimenez, en esta afirma que el modernismo no solo fue una tendencia literaria, sino que también una tendencia general, llena de gran movimiento de

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