El análisis PEST

El análisis PEST analiza las variables que se deben considerar en el análisis del entorno general de las empresas. Dichos tipos de variables es a lo que generalmente se llama dimensiones del entorno que pueden tener un impacto en la actividad de la misma. El término PEST proviene de las palabras en inglés “Political, Economic, Social and Technological”.

El objetivo del análisis del entorno general es identificar los factores que desde el punto de vista económico y social afectan a la empresa. Este marco determina la prosperidad y la estabilidad de la economía, ya que pueden afectar al potencial de rentabilidad de la empresa. El carácter dinámico del entorno hace que sea necesario no sólo estudiarlo en la actualidad, si no también hacer previsiones de futuro a cerca del mismo, ya que las condiciones pueden variar y es a largo plazo cuando se hacen notar estas influencias en la empresa.

Las variables o factores que analizaremos serán los siguientes:

1. Político-legales: en todo sistema económico, las instituciones públicas cumplen una serie de funciones. Para ello emiten normas y regulaciones. La cantidad e intensidad de las mismas oscila enormemente entre los sectores y las organizaciones.

El Estado interviene economía de un país mediante la política monetaria fiscal, así como mediante regulaciones de distintos mercados como el laboral y los mercados financieros.

Las influencias del gobierno son básicas en algunos sectores económicos, hasta tal punto que la capacidad de decisión de las empresas contenidas en ellos está seriamente limitada.

2. Económicas: dentro de los factores generales del entorno de la empresa, se encuentra la forma en que la sociedad se inserta en la misma. Podemos citar la evolución de la renta que actúa sobre la capacidad de consumo: la evolución y el nivel de inflación, que suele presionar a la baja sobre el margen de las empresas y sobre el poder adquisitivo de las personas. El hecho de que la economía esté en un ciclo de expansión o recesión incide considerablemente en las expectativas de las empresas y en sus proyectos de inversión.

Otras variables influyentes de esta dimensión pueden ser el tamaño del mercado, el nivel de desarrollo, los niveles de los salarios, etc.

Todas ellas reflejan aspectos no controlables por la empresa ni la afectan de forma distintiva, sin embargo su influencia es perceptible.

3. Socio-culturales: incluyen las pautas culturales dominantes, el nivel educativo, las variables demográficas (tasa de crecimiento de la población, distribución por edades, normas de conducta…) que influyen en la demanda de ciertos sectores.

Los componentes de una sociedad comparten una serie de valores y creencias, algunos de ellos son irrelevantes, otros sin embargo repercuten de forma significativa.

Las sociedades son complejas y heterogéneas y algunas partes de la geografía tienen unos estilos de vida, unos gustos, costumbres y comportamientos distintos a los del resto y la empresa querrá adaptarse a su entorno por lo que se hace totalmente necesario considerar estos factores.

4. Tecnológicos: la tecnología implica el empleo de la ciencia y la técnica en relación con el campo de la producción. La tecnología es un factor determinante en la capacidad competitiva de la empresa. Hoy en día es una variable fundamental para muchas empresas. La rapidez del cambio tecnológico afecta a numerosos sectores. La tecnología capacita para el logro de nuevos productos y servicios, posibilita aumentos en la productividad que revierten en disminuciones del coste unitario de obtención del bien o servicio y afecta a la estructura de cualquier empresa; es por estas razones que los factores tecnológicos son tan importantes.

El desarrollo tecnológico de una organización se ve afectado por el énfasis que dedica a este apartado y la relación de los esfuerzos

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