El ensayo: definición y características.

El ensayo es un texto flexible y abierto a la libre exposición y defensa de ideas sobre cualquier tema desde cualquier óptica. En un sentido etimológico, un ensayo es considerado como un esbozo o un boceto, un texto en el que se apunta y reflexiona cualquier tipo de materia sin agotarla por completo. Como género, en él se combinan tanto el aspecto científico como el estético (literario), dando lugar a que un ensayo sea mejor dependiendo no sólo de su contenido temático sino también de la forma en la que está escrito.

La prioridad principal de un ensayo no es proporcionar información sino difundir ideas y reflexiones. No intenta demostrar si no hacer pensar sobre un tema, ejercitar la mente del lector, por lo que no es tan específico como un texto demostrativo y, más que resolver un problema, pretende plantearlo. Siendo así, el ensayo no informa exhaustivamente si no que sugiere alguna cuestión. Se encuentra entre lo argumentativo y lo expositivo. Como características se pueden mencionar las siguientes:

1. No tiene una estructura concreta con apartados establecidos, si no que su esquema está dictado por la línea de pensamiento del que lo escribe; esto es porque no tiene la finalidad de dar cuenta de ningún proceso lógico de investigación.

2. Por no ser un texto demostrativo, no es obligatorio dar autoridad a lo que se escribe con referencias bibliográficas estrictas, aún en el uso de citas como ejemplos o asociaciones a los temas abordados. También, por ser un texto argumentativo, se hace el uso de la función fática del lenguaje para envolver al lector y persuadirlo.

3. Tiene una perspectiva subjetiva que condiciona el discurso planteado por medio del tono que empleemos y el enfoque que le demos a nuestro tema. Por esto es entendible que sea un texto tan socorrido para las temáticas literarias, que tienden a ser subjetivas.

Bibliografía: Sánchez Lobato, Jesús (coordinador). Saber escribir. México, Aguilar, 2007. Pp. 440-444

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