El mundial de fútbol Brasil 2014

l mundial de fútbol Brasil 2014 trajo consigo alegría y tristeza, no solo en los hinchas de los países participantes, sino en todo aquel que se identificó con un equipo. Además, este campeonato evidencia el fanatismo y cómo una derrota o triunfo influyen en la identidad colectiva de un pueblo. Tal es el caso de Brasil, derrotado por Alemania en un partido histórico, perdiendo por siete goles en contra.

Pero, ¿por qué el fútbol genera tal fanatismo en sus seguidores? En el programa Cuidando tu salud, con el Dr. Elmer Huerta, para el Dr.Humberto Castillo Martel, médico psiquiatra, Director General del Instituto Nacional de Salud Mental, este deporte genera gran identificación por existir una relación directa entre la vida emocional de cada persona, con estas acciones colectivas. “El futbol es una experiencia terapéutica masiva, en el futbol todos experimentamos esta situación de confrontación y a la vez de unidad, es algo que permanentemente vamos a tener en la vida cotidiana”, acotó.

“Una de las magias del fútbol es representar una batalla, donde estamos guerreando alrededor de banderas, de identidades, de sentimientos comunitarios, esto es lo que es el mundial”, añadió el sociólogo Aldo Panfichi, profesor principal en la Pontificia Universidad Católica de Perú y especialista en temas de deporte y política.

El mundo y la hinchada brasileña quedaron atónitos ante la goleada sufrida, el equipo teutón mostró su poderío y se impuso pasando a la final del mundial, dejando en el camino al dueño de casa. Entonces, ¿cómo repercute ganar o perder un partido de fútbol en la salud emocional de un pueblo? “Ganar el mundial (para Brasil), era parte de la construcción del orgullo nacional, de identidad, de país de primer mundo, todo eso ha sido golpeado y debilitado por un resultado deportivo… Frente a la aspiración de ser un grande en el mundo y de pronto te golean, eso es de consecuencias psicológicas colectivas”, señaló Panfichi.

El fútbol en el Perú

“Un alemán de 64 años nunca ha visto a su equipo fuera de los ocho mejores del mundo y un joven peruano de 32 años, nunca ha visto que la selección llegue al mundial; en nuestro caso ponemos nuestra expectativa, nuestra esperanza, luego viene la realidad y nos produce frustración, pero aprendemos a controlarnos, y nuevamente volvemos a confiar. Es un proceso reparador del dolor, tenemos la capacidad de manejar mejor la frustración a diferencia de Brasil”, sostuvo Castillo Martel.

Aldo Panfichi sostiene que el Perú es un país consumidor de fútbol, pero el fútbol no es parte de nuestra identidad. “Nos une en nuestro dolor y lo compensamos como Machu Picchu, nuestra comida u

...