Consecuencias económicas del impacto fiscal de la Copa Mundial de fútbol en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, en el corto y largo plazo

Universidad del Pacífico

Facultado de Economía

Consecuencias económicas del impacto fiscal de la Copa Mundial de fútbol en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, en el corto y largo plazo.

Ana Sofía Bernedo

Lucia Deza

Daniela Palma

Trabajo para el curso de economía

Lima, 2014

Resumen Ejecutivo

En el presente trabajo, se analizará el impacto de la Copa Mundial de Fútbol (“El Mundial”) en la economía de los últimos tres países anfitriones: Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

El trabajo estará enfocado en comparar las consecuencias de la desviación de la política fiscal, en cuatro diferentes aspectos. El primero de ellos será observar cómo han incrementado los ingresos del país gracias al turismo. El segundo aspecto evaluará los beneficios de las infraestructuras creadas y mejoradas únicamente para el Mundial. El tercer punto estará enfocado en la disminución de la tasa de desempleo, debido al incremento en la demanda del mercado laboral por la duración del evento. Por último, se examinará cómo el cambio en el enfoque de la política fiscal afectará a las áreas dejadas de lado, en las cuales el gobierno debería estar enfocado.

Se utilizarán varias noticias periodísticas y paginas de comités organizadores de eventos mundiales, como la FIFA, para analizar los diferentes efectos que ha traído la inversión en el Mundial. Además, se usarán indicadores como el PBI, la tasa de desempleo, y las cantidades de inversión para comparar numéricamente las consecuencias con respecto al cambio en política fiscal dentro de cada país. Estas cifras han sido sacadas de fuentes como el World Bank.

Escogimos esta problemática porque sería interesante analizar cómo repercute el Mundial en la economía de los distintos países que han sido sedes y entender si el balance final de esta desviación es positivo o negativo.

Identificación del problema y planteamiento de la hipótesis

A lo largo de los años, la Copa Mundial de fútbol ha sido uno de los eventos que ha logrado convocar a una gran cantidad de espectadores, manteniéndolos centrados en un solo pensamiento: la pasión por el fútbol. Debido a esto, los gobiernos de los países anfitriones se han dejado llevar por esta emoción, lo que ha provocado que se desvíen de los objetivos principales, y ha hecho que se concentren solamente en temas relacionados a este gran acontecimiento.

A partir de todo ello, nos hemos planteado la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto una política fiscal, enfocada a la realización de un evento de talla mundial, a su vez, ayuda al crecimiento económico del país? ¿Qué hace que dicha inversión tenga un impacto positivo de largo plazo en el país?

En base a estas preguntas, la hipótesis planteada es que las consecuencias de la desviación en la política fiscal impactan a las economías de distintas maneras. Esto se evidenciará al comparar los efectos en cada país luego de las Copas Mundiales de fútbol.

En el caso de Brasil, se cree que el beneficio del país, luego del evento, es menor al costo de este. Es decir, aunque la economía brasileña ha recibido altos ingresos por las diferentes actividades económicas relacionadas al mundial, esto no se evidenciará a largo plazo, ni mejorará los problemas del país. Por otro lado, en el caso de Alemania, se cree que a pesar de que los gastos y los ingresos hayan sido muy similares a los de Brasil, estos no han repercutido de la misma manera en su economía. Finalmente, para Sudáfrica se estipula que el impacto del mundial fue beneficioso logrando posicionarlo como uno de los mejores países de su continente, y a su vez ser reconocido mundialmente.

Marco Analítico

La política fiscal ocurre cuando el gobierno utiliza el presupuesto público y la recaudación de impuestos para influenciar en el nivel de actividad económica en un país. Sobre la base de lo planteado anteriormente, se puede concluir que la Copa Mundial de Fútbol es una política fiscal expansiva porque los gobiernos de países anfitriones deben gastar más de lo normal en un periodo determinado. Por lo tanto, esto implica, que los mega-eventos cambian el enfoque del gobierno ya que ocasionan que se invierta más en factores relacionados a este y se dejen de lado otros. Sin embargo, este incremento en la inversión también significa una expansión de la demanda agregada. Este documento tratará de explicar las consecuencias de una desviación en la política fiscal en economías de los países que han sido anfitriones de mega-eventos.

1. Infraestructura

La Copa Mundial de Fútbol requiere de mucha inversión por parte de los gobiernos porque se necesitan construir estadios, hoteles, aeropuertos y mejorar la infraestructura ya existente.

Con respecto a la inversión en la infraestructura, en el caso de Sudáfrica, el aporte total del gobierno alcanzó los 1544.77 millones de dólares, lo que equivale a un 0.45% del PBI sudafricano, en el momento. De estos, 799.02 millones de dólares se destinaron al transporte e infraestructura de apoyo y 426.14 millones de dólares a la construcción y mejoramiento de estadios.^[1] Por otro lado, un aspecto negativo, es que los estadios, hoy en día, suelen estar vacíos, lo cual indica que dicho dinero invertido pudo haber sido utilizado en algo más beneficioso. Asimismo, la inversión no produjo el crecimiento económico esperado. El gráfico (anexo 1) muestra cómo a pesar del mundial la economía de Sudáfrica se ha recuperado a menor medida que otros países emergentes.

Por otro lado, en el caso de Brasil, el gobierno invirtió aproximadamente 650 millones de dólares en rutas y nuevas autopistas, las cuales ayudaron al incremento de la comunicación dentro del país, favoreciendo también el comercio interno. Además, se invirtió otros 5030 millones, los cuales se distribuyeron en diferentes áreas, como se ve en el anexo 2. Los preparativos para este evento se dieron a partir del 2010, lo cual ha significado un aumento del PBI de 2.17% a lo largo de los cuatro años de preparación.^[2] Sin embargo, esta inversión, a largo plazo, no tuvo resultados muy favorables para este país a pesar de que ha sido la más grande hasta el momento^[3]. Por ejemplo, el Maracaná en Río de Janeiro sigue siendo frecuentado, ya que se ubica en la capital, pero los estadios en ciudades más pequeñas y menos visitadas no generan la misma cantidad de ingresos. Lo que implica que estos no estén distribuidos equitativamente dentro del país. Asimismo, el estadio Mané Garrincha en Brasilia quedará en desuso después del mundial. Esto demuestra el hecho de que esta inversión no generará beneficios a largo plazo y por lo tanto se podría haber utilizado el capital para mejores inversiones. Mario Soares muestra esto al decir: “Es un estadio gigantesco, para 70 000 personas, Brasiliense no va a llenar un estadio así. Para tener ganancias necesitas 25 000 personas y no vas a tener eso en un partido de cuarta división del campeonato brasileño”^[4]. Esto enfatiza que la inversión no contribuirá al crecimiento del país así que no fue beneficiosa.

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