El papel del profesor en las leyes. ¿técnica o arte? Tres paradigmas y dos leyes.

El papel del profesor en las leyes. ¿técnica o arte? Tres paradigmas y dos leyes.

En relación con el primer texto estoy plenamente convencido de la importancia de un profesorado que no se ciña a la instrucción, con el fin de evitar que la educación se pliegue a intereses puramente económicos.

Bien es cierto que un modelo educativo de tipo industrial, facilita en gran medida los trabajos al profesorado, como al alumno que estará mejor preparado para desarrollar ciertas tareas. Sin embargo, ¿Qué sentido tiene esto en educación?

Es imprescindible que el profesorado que se ocupa de impartir clases este motivado para ello y tenga la suerte de que le guste su trabajo. Es realmente difícil que alguien se enfrente de una manera receptiva a unos contenidos cuando la persona que los imparte no muestra la menor ilusión porque aprenda.

Desde este punto de vista la instrucción y sus seguidores tan solo se limitan a dar los contenidos que consideren importantes, dejando a un lado la labor esencial del profesorado como es la formación de personas libres y moralmente educadas. Para esta ardua labor es necesario un profesorado tolerante y transigente, es decir, ser un sujeto intelectual transitivo, algo que requiere una gran dedicación.

Es muy importante que el profesorado se sienta amparado más que por las leyes por la masa social, que es la que debe mostrar la importancia de la escuela pública para la preparación ciudadana en un Estado.

El profesor debe de procurar siempre de intentar transmitir de la manera que más fácilmente resulte de asimilar a cada uno de sus alumnos; su meta, el encontrar el modo de conocer lo suficiente al alumnado para intentar calar en todos ellos y en esa fluidez transmitir los conocimientos que se dispongan.

Posiblemente, la educación sea uno de los trabajos más enriquecedores del mundo, y probablemente, algún día nos enfrentaremos a esta tarea. Para no desaprovechar esta gran oportunidad, no hemos de olvidar que nos encontramos frente a personas capaces que esperan mucho de nosotros, a personas críticas y con grandes capacidades para las cuales seremos parte de la concepción global del mundo, y sobretodo, que podemos desde nuestra posición de profesor aportar un pequeño grano de arena a una buena parte de la sociedad.

Así pues, enseñar es un arte, el arte de educar a las personas para que el día de mañana sean ciudadanos libres y críticos, dotándoles de una mejor concepción del espacio donde nos encontramos.

Cambiando de tema en cuando a sistematizar o no la educación, creo muy importante que el profesorado tenga preparado con antelación un plan para desarrollar los contenidos. Dicho plan debe de ser abierto para poder hacer frente a los temas que potencien en los alumnos una mayor motivación. Por lo tanto, el currículo debe de estar sistematizado solo en líneas generales dejando espacio para novedades de cualquier índole.

Por último, hablar de los paradigmas, el hermeneútico trata de ver al alumnado dentro de un contexto siendo útiles las vivencias del sujeto y de su entorno, incluye actividad de tipo relacional y práctico moral, sirviendo para formar una mejor red de contenidos bien relacionados. El profesor toma figura de investigador. Este paradigma se nutre de los cambios en el mundo para adaptarse a ellos.

El paradigma sociocrítico pretende superar el reduccionismo de las tradiciones positivistas y a la par, finalizar con el conservadurismo de las interpretativas. Induce a la reflexión crítica de los procesos del conocimiento. Tiene como fin variar las relaciones sociales para mejorar los problemas generados por estas

Sus principios son:

1. Conocer y comprender la realidad como praxis

2. Unir teoría y práctica (conocimiento, acción y valores)

3. Orientar el conocimiento a emancipar y liberar al hombre

4. Implicar

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