Exámenes y reconocimientos

Exámenes y reconocimientos: por la falta de preparación general de los maestros, a la manera de practicar lo exámenes y reconocimientos, de modo que las calificaciones no sean el resultado de una apreciación subjetiva, apreciación que las mas veces depende dl grado y calidad del humor de quienes califican.

Hasta principios de 1926, los esfuerzos de algunos maestros por modificar el sistema, los exámenes y reconocimientos se practicaban, en forma oral ante un jurado o bien en forma escrita.

El maestro recogía los trabajos, los examinaba a su saber, sin otra oportunidad de interpretación, de aclaración y de juicio que lo que el papel mismo expresa.

Los cuestionarios de tipo antiguo presentaban el inconveniente de no excluir la ecuación personal del maestro.

Estos inconvenientes han ido desapareciendo con la adopción de cuestionarios de nuevo tipo, cuyos asuntos se dividen en una serie de cuestiones básicas y críticas.

Con estas características, las pruebas han podido convertirse en una serie de escalas de medida, susceptibles de ser aplicadas y calificadas por distintas personas, eliminándose así la ecuación personal del maestro. Se ha logrado que las pruebas abarquen la totalidad de los conocimientos en sus puntos fundamentales y críticos. En las formas antiguas de examen, el maestro preguntaba lo que querían y el alumno contestaba lo que podía.

IX. Necesidades de Embonamiento y Cooperación

La escuela elemental puede distinguirse de la secundaria por la edad cronológica de los alumnos, por la edad fisiológica y psicológica de los mismos, relacionadas íntimamente con el fenómeno de la pubertad, así como los factores sociales y el carácter de los estudios que en cada sistema deben de haber. Por lo que respecta a las edades cronológica y fisiológica, se ha tenido en cuenta que no existe una línea de demacración absoluta entre la escuela primaria y la secundaria y que, por lo tanto, en esta última el tratamiento especial de los adolescentes se refiere al grueso de la población escolar.

Por lo que se refiere a los programas de las escuelas secundarias, se ha llevado a cabo, como ya se dijo, una revisión cuidadosa para cuantificarlos de la mejor manera posible, para fijar con absoluta precisión y claridad sus finalidades, para sugerir el material de trabajo y la bibliografía más apropiada. Se ha procurado, que el contenido salga al encuentro, por decirlo así, de la preparación que los alumnos traen de la escuela primaria.

Sin embargo, para que este plan de acción pueda considerarse como una completa realidad, hace falta todavía maestros suficientemente preparados para atender y aplicar estas reformas, dinero para reducir los grupos y material de enseñanza adecuado y suficiente.

La dirección de enseñanza secundaria se ve empeñada en fatigosas tareas de tramitación en las

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