Fantasmas De Dia

Fantasmas de día Lucía Baquedano

Ilustraciones: Tino Gatagán. Ediciones SM, Madrid, 1987, 94 páginas. Serie Naranja, a partir de 9 años. Premio El Barco de Vapor España 1986.

Biografía de la autora

Lucía Baquedano nació en Pamplona, España, en 1938. Estudió secretariado y trabajó durante nueve años en una empresa de su ciudad, pero dejó su empleo cuando contrajo matrimonio. Aunque su vocación de escritora fue creciendo desde niña, no publicó su primera novela hasta 1979, año en que ganó el Tercer Premio de Literatura Juvenil Gran Angular con su obra Cinco panes de cebada. En 1986 obtuvo el Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor con Fantasmas de día.

Pero cuando se cansan de hacer travesuras y llega la noche, les deja de gustar su condición de fantasmas. Extrañan a sus padres ,y quieren volver a estar vivos. Mientras tanto, sus padres los están buscando porque creen que se han perdido. Cuando los encuentran, los chicos no pueden creerlo… ¡son visibles otra vez! Piensan que todos se van a enojar por las travesuras que han estado haciendo; pero gracias a ellos y a sus andadas por el pueblo y el bosque cercano, el cura recupera una imagen religiosa que hacía años había sido robada de la iglesia. Y en lugar de enojarse, todo el pueblo los felicita. Fantasmas de día es, ante todo, un libro de humor. Las situaciones cómicas y las travesuras de Seve y sus amigos se suceden ininterrumpidamente a lo largo de la obra. Pero, además del humor, el relato posee un desenlace inesperado: la aventura que viven los chicos en una casa deshabitada. A partir de esta experiencia, los amigos logran resolver un misterio que tuvo su origen hace muchos años: el robo de una de las imágenes de la iglesia. Y es precisamente esto lo que hace que los chicos, que se han escapado de casa y han preocupado a sus padres, se salven de un merecido reto.

Síntesis argumental

Cuando se escapan de sus respectivas casas, Seve y sus amigos sufren un accidente con la mula del carro y descubren, con horror, que no les late el corazón y, que por lo tanto, están muertos. De pronto, sienten hambre y empiezan a comer, por lo que deducen que aún no están muertos del todo, sino que son simplemente fantasmas. Y la única manera de liberar su alma para poder ir al cielo es hacer una buena acción, como encontrar a la mula “prestada”, que se les ha escapado después del accidente. Así empiezan a “aparecerse” a las gentes del pueblo. Es divertidísimo eso de ser invisibles. Pueden hacer todas las travesuras que quieran porque nadie los ve.

© ediciones sm S.A.

Actividades sugeridas de lectura y escritura

Lectura

1. ¿Quiénes son los cuatro protagonistas de este relato? Escriban sus nombres y los motivos que cada uno de ellos tiene para querer dejar a sus padres, su casa, su familia.

2. ¿Quién relata la historia? ¿Cómo se llama este tipo de narrador que participa de los hechos, que los vive él mismo? ¿Por qué te parece que el autor eligió ese narrador?

3. ¿Cómo preparan los chicos la huida de sus casas? ¿Cuándo y dónde se encontrarán? ¿Cómo obtienen la mula y el carro con los cuales piensan escapar?

4. ¿Por qué creen que han muerto? ¿Cómo lo justifican? ¿Y cómo es que se consideran fantasmas?

5. Para dejar de ser fantasmas, los chicos piensan que deben realizar una buena acción. Así podrán estar completamente muertos y ya no andarán dando vueltas por el mundo de los vivos. ¿Cuál es esa buena acción que quieren realizar?

6. Pero no todo son buenas acciones, ¿qué travesuras hacen? Les proponemos que elaboren un listado. Para ello, escriban un título para cada una de las pequeñas aventuras, relátenla brevemente y aclaren qué personajes del pueblo se ven involucrados.

7. Los habitantes del pueblo, ¿los ven? ¿Cómo es que los chicos no se dan cuenta de ello?

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