Futsal

1. HISTORIA:

El origen del Fútbol Sala o de Salón, también llamado Fustal en Latinoamérica, se puede encontrar en Montevideo, Uruguay. En 1930, con el título de campeón del mundo todavía reciente, los jóvenes se sentían estimulados y eufóricos por practicar el deporte, muy especialmente el fútbol, sin tener en cuenta el tamaño del terreno de juego o el tipo de superficie en la que se jugaba (césped, asfalto, madera). El profesor Juan Carlos Ceriani captó rápidamente estos deseos, tomó el espíritu del fútbol, le sumó reglas de otros deportes como el balonmano, y creó el Fútbol Sala, muy parecido al que conocemos hoy en día, aunque con modificaciones lógicas que sobrepasan todos los deportes.

El fútbol sala empezó a ganar popularidad por países de Latinoamérica como Brasil, Argentina, Paraguay. Grandes jugadores del fútbol mundial como Pelé, Sócrates, Bebeto y Ronaldo desarrollaron sus habilidades jugando al fútbol sala. El primer mundial de Fútbol sala se jugó en el año 1989, con Brasil como campeona, que hizo triplete con los de 1992 y 1996. En este último mundial, celebrado en Guatemala, España se proclamó campeona tras dejar en la estacada a Brasil por 4-3.

2. DEFINICIÓN:

El fútbol sala, fustal, fútbol de salón, o microfútbol es una variante del fútbol que se practica entre dos equipos de cinco jugadores en un campo de 24 m a 28 m de largo por 13 m o 15 m de ancho y con un balón más duro y más pequeño; el encuentro dura 40 minutos, divididos en dos partes iguales.,  

3. IMPORTANCIA:

Puede ser utilizado para proporcionar una salud física y mental.

Logra una participación efectiva en lo jugadores, mostrando interés y entusiasmo por aprender y mejorar sus técnicas con lo cual estarían desarrollando sus capacidades coordinativas, kinestésicas, motoras y de percepción.

Estimula el compañerismo, el trabajo en equipo que se evidencia durante el desarrollo del juego, requiere de una comunicación constantes entre los jugadores creando confianza entre cada uno de ellos y también desarrolla la confianza en sí mismo.

La velocidad del juego y el espacio reducido en el que se desenvuelve permite que los estudiantes desarrollen la toma de decisiones de manera rápida, donde se percibe el apoyo cuando existen alguna equivocación y el reconocimiento cuando se logra un acierto.

A través de este deporte se refuerzan valores como la responsabilidad, el respeto por las reglas de juego, por los adversarios y por los compañeros, la solidaridad cuando se trata de dar apoyo, comprensión para entender las decisiones tomadas por los demás, la amistad, la motivación, la confianza.

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