Impuntualidad

INTRODUCCION

Llegar tarde a una cita es una falta de respeto hacia los demás. Ser impuntual refleja la falta de autocontrol y disciplina interna y externa de organización de estos valores "Si llego tarde le estoy quitando su tiempo a la otra persona, es una falta de respeto".

"Cuando tú aprendes a respetar tu ser, tu espacio, tu proyecto, tu razón, respetas el de los demás y cuando coordinas una cita, un compromiso, algo donde la puntualidad va de por medio, asumes esa responsabilidad simplemente porque tú lo decidiste.

Tener el tiempo organizado en la vida es una disciplina personal que requiere de bastante exigencia y responsabilidad.

"Todo es con medida porque de alguna manera también podemos esclavizarnos en el tiempo, creo que puedes establecer una disciplina de horario siendo flexible, acorde a ciertos cambios de acuerdo a las condiciones del momento".

El compromiso para la disciplina, la regla y normas son mucho más fuerte en otros países, puede ser por la diferencia de costumbres, de personalidades, de hábitos.

Dice la especialista que en los mexicanos llega a ser una tacha en los hábitos de organización social y por ende de educación.

"Por naturaleza, el ser humano tiende a evadir responsabilidad, el asumir su función de lo que sea; esto quiere decir que como ser humano no estás armonizado, no tienes conciencia de quién eres, adónde vas, hay carestía de proyecto de vida".

Si va retrasado a dejar a los niños a la escuela, al trabajo o alguna cita, ¿por qué pasó?, si programó sus tiempos para cada actividad y el despertador sonó antes de lo acostumbrado.

Inconscientemente cayó una vez más en la impuntualidad y para evadir su responsabilidad y justificar los 15 minutos, media, una o hasta dos horas tarde vinieron a la mente un abanico de pretextos.

William James, padre de la Psicología Moderna, decía que para crear o romper un hábito uno tiene que repetir la misma actividad durante 21 días, para que se convierta en un acto subconsciente.

"Los imprevistos son cosas cotidianas, creemos que lo vamos a lograr en 10 minutos, pero en general las cosas siempre se tardan más", comenta la sicóloga, Lourdes Vital

Los detalles secundarios, como los altos en los semáforos, el teléfono que suena antes de salir de casa, quizás la ponchadura de la llanta del carro, no siempre vienen a la mente cuando traza el proceso para llegar a su destino.

"Nos acordamos de lo principal, pero se nos olvida que a veces a un detalle se le puede llegar a dedicar mucho tiempo".

Recomienda la sicóloga que desde bebés se le debe inculcar a los hijos el valor del tiempo, dependerá de la conciencia del padre crearle ciertos hábitos de horario, eso le enseñará al niño a respetar horarios y llegar a ser puntual en sus actividades.

Se pueden citar "n" de cosas cotidianas donde va implícita la evasión de la responsabilidad, por ejemplo, es increíble que personas esperando sus vuelos en el aeropuerto las deje el avión todo porque se pusieron a desayunar, leer o a platicar.

"Es un mecanismo de defensa basado en la mala educación; no existe menos o más puntual, es puntual, si faltas un segundo ya es

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