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Klaus Heger


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2012  •  1.117 Palabras (5 Páginas)  •  2.073 Visitas

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Heger considera transformar el triángulo básico de Ogden y Richards en un trapecio, el cual separa lo lingüístico de lo extralingüístico; el primero se sitúa en la parte izquierda del triángulo, mientras que el segundo aparece en la parte derecha de éste. Su trabajo no es otro que el de intentar solucionar el problema de la ruptura de consustancialidad cuantitativa entre los componentes del signo lingüístico.

Klaus Heger observa en el modelo básico del signo lingüístico algunos problemas, su ampliación supone el cambio de la primera metalengua o metalengua de contenido (consiste en hablar de la lengua en esa lengua) a la segunda metalengua o metalengua de signo (consiste en hablar de una teoría de una lengua en esa lengua). Con esto, Heger añade que en cada triángulo existe una sola significación y que el contenido se presenta en diversos triángulos, por lo que expone que deben separarse concepto y significado con el fin de mantener unido el signo lingüístico.

Dicho esto, presenta el simbolismo metodológico del trapecio tomada de G. Hilty, quien propuso por primera vez esta metáfora geométrica.

Observemos un poco más en profundidad este trapecio:

-Lado izquierdo: pertenece a los dos puntos inseparables del signo lingüístico y pende de la estructura de una lengua dada. Este lado simboliza la relación de consustancialidad cuantitativa.

-Lado superior: vincula el signo lingüístico y los conceptos universales por medio de la significación. Este lado simboliza la consustancialidad cualitativa.

-Lado derecho: es independiente de la estructura de una lengua dada, por lo que representa a todas las mentes sea cual sea la lengua pensada o hablada.

-Base del trapecio: se observa la misma base que en el triángulo de Baldinger, el cual representa la arbitrariedad y argumentación de la relación entre significante y cosa.

La separación de lo lingüístico (izquierda) y lo extralingüístico (derecha) junto con la interrelación de lo común de cada una de las lenguas diferenciadas a una y otra parte del trapecio, hace más simple la comprensión del hecho comunicativo y aclara los inconvenientes científicos que aparecen en el triángulo metodológico en su alto valor práctico.

El concepto de Heger sobre el signo se parece al que posee Baldinger, aunque Heger incluye más detalles y más precisión en cuanto a los componentes y sus relaciones. K. Heger pone de relieve la definición de “semema” como significación, una parte separada dentro de un conjunto de significaciones ligadas a un significante, a este conjunto lo denomina “significado”.

Las unidades del trapecio se perciben tan solo por la cantidad y comparten una serie de relaciones a las que denominan “variación combinatoria para el significado y el semema”, y como “relación de especie y género” para el significado y el concepto, al igual que para el semema y el concepto. Surge aquí un problema sobre la distinción entre una variante y una invariante combinatoria de contenido, sin dejar atrás la idea de que tanto unas como otras, representadas por un solo significante, pueden ser libres y no combinatorias.

Uno de los problemas que más sobresalen es la polisemia. (Recordatorio: una palabra polisémica es aquella que contiene varios significados, es decir, con un significante podemos referirnos a más de un significado.) Se dice que las diferencias de contenido de un significante aislado no son más que variantes, pero aún se observa la duda de cómo Heger habla de forma de contenido, refiriéndose al conjunto de sememas, que denomina “variaciones”, cuando en este conjunto puede haber tanto variantes como invariantes de contenido.

El signo para Baldinger y Heger es polisémico, por tanto, su forma radica en la expresión fonológica (forma de expresión). El “significado” no es forma, sino sustancia, ya que viene determinado por el conjunto de variaciones

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