LA DAMA DEL BOSQUE

LA DAMA DEL BOSQUE

Había una vez en un lejano país un lugar muy hermoso con un bosque inmenso, amplios jardines, hermosas flores y un sinfín de animales, el cual visitaban muchas personas; pero destacaba en particular una dama que en innumerables ocasiones iba a aquel lugar muy bien vestida portando siempre un gorro precioso que nunca se quitaba, quien constantemente caminaba de la mano al lado de un catrín por el bosque todas las tardes antes de la puesta del sol, a los dos les encantaba ese lugar porque había muchas flores entre las cuales destacaban unas hermosas rosas rojas que abundaban en los jardines, además les emocionaba darles de comer a las ardillas, pero sobre todo por los grandes árboles y pinos que se encontraban ahí, ya que veían y escuchaban a los pájaros trinar.

Sin embargo no todo era bello en ese lugar ya que según contaban algunas personas que en las noches de luna llena aparecía en el lago una sirena y una mujer hermosa que remaba una chalupa, que se dedicaban siempre a cantar una canción muy melodiosa que envolvía a todo aquel que la escuchara, algunas personas decían que eran para atraer parejas y llevárselas de aquel lugar para jamás dejarlas volver al bosque, ya que según la leyenda era porque estas mujeres nunca habían tenido un amor y habían sufrido alguna terrible desilusión amorosa, así que les daba nostalgia ver a las parejas enamoradas y felices, entonces las desaparecían para que nunca fueran felices juntos.

Por lo que la dama y el catrín nunca se acercaban a ese lugar, sin embargo una tarde al ir caminando por los jardines se internaron por el bosque, alejándose cada vez más hasta el punto de no darse cuenta de que habían llegado hasta el lago, y de la nada se apareció la sirena así como también la mujer en su chalupa cantando de forma melodiosa esa canción encantadora que hipnotizaba al que la escuchara, la pareja empezaba a sentir mucho sueño y cansancio, incluso comenzaban a tener alucinaciones, por lo que se sentaron en una banca para recuperarse, pero por más esfuerzo que hacían no podían evitar la angustia de quedarse dormidos.

Cuando estaban a punto de sucumbir vieron a lo lejos una luz resplandeciente tan brillante como el reflejo de una estrella, emergiendo de ésta un ser místico con forma de ángel que les platicó cosas tan bonitas que de inmediato los hizo despertar de ese letargo, por lo que enseguida caminaron y sin pensarlo más se alejaron del lago, prometiéndose entre ellos jamás volver a ese sitio…. su lugar favorito….su bosque encantador.

FIN

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