LAS PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA

LAS PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA

Buenas tardes, distinguido público. Muchas veces me he preguntado “¿Qué son las pequeñas cosas de la vida?”. De tanto preguntarme he llegado con la respuesta deseada. Cuando surge este tema no sabemos exactamente que es, porque no se puede definir por si solo, se puede experimentarlo. Tendemos a no valorar las pequeñas cosas cotidianas que se nos presentan, y sólo les damos importancia cuando sentimos su ausencia. Quizás por ser diario, jamás celebramos la salida del sol. Solo lo extrañamos cuando, en las vacaciones en la playa, no sale por varios días.

La vida nos regala tantas cosas ya sean grandes o pequeñas pero cada una de esas situaciones nos marca. Dejando un maravilloso recuerdo. Muchas veces no nos damos cuenta del verdadero valor de las personas y de las cosas que pasaron por nuestro camino. Lo lamentable es que por no darnos cuenta a tiempo luego cuando las perdemos queremos volver atrás y ya es tarde muy tarde. Esas pequeñas cosas de la vida son esas sensaciones, sentimientos y situaciones que al principio no encontramos su significado pero después de un tiempo las recordamos y  recordamos que tienen un significado hermoso. Por ejemplo, la sonrisa de una mama. A medida que crecemos su sonrisa solo se puede ver como algo blanco y ya, pero en realidad no lo es. Su sonrisa puede llegar a hacer lo mejor después de un mal día. Al igual que un abrazo, esa sensación de estar protegido y tener a alguien en que tener un soporte a pesar de cualquier momento que atraviese la persona. Un beso, una mirada, una caricia e inclusive unas palabras de aliento ya sea de alguien que no nos agrade pero esas pequeñas cosas nos motivan, día a día.

Lamentablemente vivimos y crecimos en una sociedad en la que da un valor más alto a lo material que a las cosas que nos hacen ser humanos. Nos muestra que un pedazo de piedra, papel, metal es “valioso” o “precioso”  a que una  muestra de afecto de alguien. Ahora en día, pensamos que al tener el mejor teléfono celular, y estar al grito de la moda es lo que nos hace mejores personas, personas valiosas. Pues esa idea es errónea. ¿Un abrazo de un ser querido puede valar mas que un automóvil ultimo modelo? Las cosas materiales viene y van y nunca son para siempre, así como viene  pueden irse, sin embargo un abrazo tiene mas vida que el motor v10 del lamborghini gallardo, que para muchos ese es el mejor motor de carro. ¿Sabemos con seguridad lo que cuesta una sonrisa un abrazo? La respuesta es no. La verdad  estas pequeñas cosas que nos presenta la vida, día a día, sin pedir nada a cambio hay que aceptarlas y disfrutarlas para nuestra felicidad.

Para poder apreciar más estas pequeñas cosas que la vida nos da, no hay que esperar que llegue “el gran milagro”. Porque a lo mejor el gran milagro consiste en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de todos los días de nuestra vida. La vida nos da todo lo necesario para que seamos felices, sólo que nos damos cuenta cuando ya no lo somos. Es momento de darnos cuenta y de aprender a valorar en el presente todo lo que tenemos. De nada sirve llorar por lo que dejamos ir, por lo que no hicimos, por lo que no le dimos importancia, ya no está. La vida no puede volver a repetirse, ni modificarse. Las escenas quedan grabadas y no hay forma de eliminar los pedazos de la cinta que no nos gustan, ni podemos  volverla a grabar, ni siquiera podemos detenerla en los buenos momentos, solo está en nosotros la posibilidad de continuar filmando y que a partir de hoy cada escena sea única e irrepetible y mas que  todo sea tan valiosa que no nos haga arrepentirnos nunca y ni siquiera sentir culpas por alguna escena de la película. Me despido de ustedes con la siguiente frase:

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