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LOS VALORES

elkracbaz19 de Julio de 2015

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Resumen

Los valores morales son guías de la conducta de las personas. Su finalidad última es la supervivencia del ser humano. Cada hombre y mujer posee algún tipo de valor que ordena su vida. No siempre estos valores son compartidos por todos los que nos rodean y tienen la función social de asegurar la convivencia y el respeto mutuo. Y se pueden aprender en el intercambio con las personas significativas en nuestras vidas.

Este artículo recoge algunas consideraciones de la autora que a su criterio son importante en la enseñanza de los valores y su interpretación y utilización para la familia y la comunidad. Siendo el objetivo del mismo demostrar la necesidad de la educación en valores en el ser humano, desde edades temprana partiendo de la familia y el hogar.

Palabras Clave: Valores, familia, comunidad

Summary

Moral values are guides of the conduct of people. His last purpose is the human being's survival. Each man and woman the fact that his life orders possesses some kind of value. Not always these moral values are shared for wholes the ones that surround us and have the social show to guarantee the cohabitation and mutual respect. And they can learn in the interchange with significant people in our lifes.

This article picks up the author's some considerations that are important to his opinion in the teaching of moral values and his interpretation and utilization for the family and the community. Being the objective of the same demonstrating the educational need in moral values in the human being from youths, splitting of the family and the fireplace.

Key words: values, family, community

Introducción

Hablar sobre los valores exige una conversación larga, personal, con mucha sinceridad, pero a la que no falte bastante afecto. Debe ser un compartir de experiencias, un contar de vivencias, que provienen de los hechos cotidianos, de los que nos ha pasado día a día en este camino de la vida.

Hablar sobre los valores es reflexionar sobre nuestra vida y destino. Sobre lo que somos y lo que queremos ser, como individuos, como familia, como país y como humanidad.

Por eso me atrevo a hablarle a usted. Directamente. A alguien que probablemente no conozca en persona. A alguien con el que, quizás nunca me haya encontrado en ningún sitio y con quien posiblemente nunca me encontraré. Para usted tal vez soy solo una voz desconocida hasta ahora, palabras en blanco y negro con las que compartirás algunas ideas, algún tiempo y muchas posibilidades.

Debe observar, esa aparente lejanía no importa para que nuestro pensamiento fluya y para que surja de nuestra conversación el acuerdo y la reflexión conjunta. Algo que parece difícil pero que es esencial para constituir una sociedad.

Tal vez piensas, sientes y actúas. Usted decide. Pero no está solo. Estás en relación con los seres que te rodean. Una relación que puede ser armónica o dificultosa. Pero que es inevitable.

El entendimiento es una posibilidad que surge de un diálogo donde nos ponemos de acuerdo sobre nuestros principios comunes y nuestras metas colectivas. Ese es el mundo de los valores, un mundo casi invisible pero muy real. Un mundo que afecta nuestra vida diaria. Un mundo donde las palabras tan sólo pretenden servirle de guía. Y tendrás la experiencia de reafirmar su existencia consciente en este universo.

DESARROLLO

Valores en tu vida. Una definición

Cuando hablamos de valores nos referimos a algo que nos guía en la vida. Algo muy importante para todo lo que hacemos y también para lo que no hacemos. Algo que, tal vez, no podemos tocar, ver, oír o gustar materialmente. Pero que significa la diferencia entre sentirnos bien o percibirnos terriblemente miserables. ¿Qué es ese algo? Avanza y lo sabrás.

Los valores son luces en las oscuridades de la existencia. Nos permiten ver salidas en los laberintos. En las noches tenebrosas, donde nos sentimos y estamos solos con nuestros pensamientos y nuestros dilemas, nos anuncian el día, como el gallo convoca la aurora.

En las decisiones más importantes nuestros valores constituyen una guía. No deciden por nosotros pero nos ayudan a elegir lo mejor para nuestro ser. Aunque lo que escojamos luzca difícil, arriesgado o incluso peligroso. Los valores son principios que nos hacen mantener posiciones. Los valores nos caracterizan como seres humanos.

A veces parece que los valores no tienen que ver con lo práctico, con lo inmediato, con lo simplemente utilitario. Son percibidos, falsamente, como entidades que no tienen nada que ver con nuestro mundo lleno de imperfecciones. Pero esto tampoco es así. Los valores nos aportan soluciones aplicables a los problemas más inmediatos de nuestra cotidianidad.

En muchas ocasiones no logramos ver el camino para llegar hasta lo que queremos. O no sabemos cómo transitarlo de la mejor manera, para nosotros y para los que nos rodean. En esos momentos de incertidumbre los valores se constituyen baquianos por los territorios que aún no hemos explorado en esta tierra y por el resto del tiempo que nos queda de tránsito en el mundo.

Vamos a tratar de comprender, más allá de esta pura descripción, lo que son los valores. Definiéndolos paso a paso, con el propósito de hacer nuestro, de cada uno, pero sobre todo de usted mismo, el concepto de valores. Para ello, usted debe completar mi reflexión con su experiencia.

Los valores son guías de la conducta de las personas.

Tal como lo dijimos, los valores constituyen un principio de conducta, una manera de ser y hacer, una guía para nosotros en todos y cada uno de nuestros actos. Como toda guía, nos muestran el camino, lo recorren con nosotros, pero no sustituyen lo que debemos hacer. Los valores deben ponerse en acción.

Son guías de conducta, porque se van a expresar en actos concretos de nuestra vida. Los valores no son simples formas de pensar alejadas de nuestro trajín diario. Los valores se prueban, se nutren, se fortalecen o decaen en el transitar del día a día.

Los valores no determinan el pensamiento único adecuado. No expresan la verdad absoluta sino acciones adecuadas en nuestra vida particular.

Son guías no materiales. Nunca se constituyen en seres de carne y hueso, aunque podamos encontrar personas que encarnan elevado valores. Son formas de vivir la vida, según su experiencia. Por ello usted es el responsable de escoger sus propios valores.

Su finalidad última es la supervivencia del ser humano.

En su aspecto más primario, tanto como en su finalidad última, los valores buscan asegurar la existencia del individuo. Casi podríamos decir que los valores comienzan con el instinto de conservación que nos permite sortear los peligros más inmediatos en nuestras vidas.

Los valores nos orientan hacia la búsqueda de metas en nuestras vidas. Los valores ordenan nuestras metas y finalidades en la vida. Por ello poseen una importantísima función organizadora. Los valores aportan sentido a nuestras acciones.

Como los valores procuran dar significado a nuestra actividad, nos permiten, igualmente, mantener una coherencia mental. Esto crea el ambiente necesario para que el ser humano se relacione adecuadamente con el mundo y con las otras personas, aportándole un sentido de pertenencia al mundo, a la comunidad y al entorno más inmediato.

Cada hombre y mujer posee valores

Aunque no sea plenamente consciente de ello a cada momento, cada uno de nosotros posee una serie de valores que le sirven de guía. No importa nuestra procedencia social, económica o religiosa, poseemos valores que ordenan nuestras vidas.

El valor, por sí mismo, no es bueno o malo. El ser humano, al darle intención a sus actos, los conduce por la senda de lo adecuado o lo inadecuado, y con sus valores ordena o pierde su vida.

Para alguien un valor puede ser el respeto a la vida, para otra persona su valor puede ser la voluntad de arrebatarle la vida a otra persona. Ambos individuos están guiados por sus propios valores. Pero, necesariamente, existen valores que hacen crecer al individuo y otros que lo precipitan a la destrucción. Estos últimos podemos llamarlos antivalores.

Los mismos valores no siempre son compartidos por todos los que nos rodean.

A pesar de que los valores suponen la vida en comunidad, ello no significa que tus valores sean iguales a los de tu vecino. Él ha vivido experiencias distintas a las tuyas, se ha formado de una manera distinta a usted y seguramente ha llegado a conclusiones sobre la vida distintas a las suyas. Él posee sus propios valores que no tienen que ser los suyos.

Esta característica plantea la revisión de un primer valor imprescindible para la vida en comunidad, el valor de la tolerancia y el respeto por la opinión ajena.

Si tú crees en tus propios valores, tu vecino cree en los suyos. Y ambos tienen un espacio por compartir. Ambos están animados por alcanzar el bienestar, compartiendo esta tierra.

Los valores tienen la función social de asegurar la convivencia y el respeto mutuo.

Los valores nos permiten vivir en comunidad.

El mismo hecho de pensar en una comunidad supone que valoramos una forma de agrupación para defendernos en la vida; significa que valoramos la vida en sociedad.

El acercamiento entre las personas constituye, de esta manera, un valor en sí mismo. La convivencia se erige como un principio que nos puede ayudar a facilitar la vida.

Los valores funcionan en un ambiente donde tengamos que compartir. Si estuvieras solo en un planeta distante, solo con tus pensamientos, solo con el consuelo seco, tal vez no te serían tan necesarios los valores. El único valor serías tú mismo. Pero si en

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