La Felicidad Y Las Nuevas Enfermedades Del Alma

Nuestra vida diaria está llena de alegrías y tristezas, cada día es una lucha constante por alcanzar esa felicidad que nos hace olvidar nuestros problemas y aflicciones pero estaríamos cayendo en un estado de monotonía si pretendiéramos que esa felicidad sea completa y permanente; como seres humanos no hemos logrado la perfección y necesitamos cambios no solo en nuestra vida sino también en nuestros estados animo, irónicamente para lograr esa felicidad tan anhelada a veces es necesario de caídas y altibajos que nos hagan sentir plenos y orgullosos de lo que hemos logrado con tanto esfuerzo.

Dios no solo nos da esta vida terrenal para poder gozar de cada momento sino que hay la esperanza de una vida espiritual que es superior, si nuestra vida actual no es satisfactoria o no es como hubiésemos deseado porque tal vez esté llena de sufrimientos, tendremos que recordar lo que San Agustín nos dijo acera de la “felicidad en espera”, es decir, aceptar con resignación este presente insufrible porque luego nuestra fe nos llevara a la salvación des pues de la muerte. Nuestros actos también pueden apaciguar nuestras penas, el tener pensamientos innovadores y positivos puede ser una guía eficaz del camino a la felicidad.

La naturaleza busca la evolución continua del hombre y una forma de lograrlo es poniendo obstáculos en nuestro camino pero no debería permitirse que estos opaquen nuestra visión optimista de la vida; por cada infortunio queda el deseo de forjarnos un futuro mejor, de lograr esas metas y objetivos que nos propusimos (muchos de estos sueños fueron planeados desde que éramos muy jóvenes). Una sonrisa es capaz de combatir el desaliento del corazón y evitar ser contaminados por una “nueva enfermedad del alma”, que seguramente hemos sentido alguna vez a lo largo de nuestra existencia.

Vale la pena correr riesgos y saber enfrentarlos sin que afecten significativamente nuestra alma, pues dentro de este continuo ciclo de cambios, lleno de subidas y bajadas, de golpes y de satisfacciones, esta la felicidad que tal vez no se da a cada minuto de nuestra vida pero siempre estará asomándose en algún momento (a veces no somos totalmente conscientes de eso) para llenarnos de esperanza, motivación y confianza en nosotros mismos, puede que esta ultima sea la verdadera felicidad.

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