La Perdida de las Libertades y la Alienación.
Miriam SotoApuntes24 de Noviembre de 2015
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Análisis de Caso.
Docente: Daniela Núñez Vivanco
Alumna: Miriam Méndez Soto
Fecha: 15 de Septiembre del 2014
La Perdida de las Libertades y la Alienación.
El abandono de los sueños por estar inmersos en el sistema capitalista Neo-Liberal, o costo que debemos pagar por vivir en una sociedad individualista, que solo se preocupa de la producción de bienes materiales, abandona por completo al “humano”, abandonamos el Self y nos sumergimos en el “plan general de administración de la vida” impuesto por el mundo del consumo, trabajando para llenar las expectativas de otros, despojándonos de todo aquello que en un inicio del desarrollo del discernimiento ideamos o planificamos para nuestra vida. O a caso no nos hemos visto en la situación de transar en aquellas cosas que nos llenan por completo, por que no nos alcanza el dinero o por que nuestra familia no esta de acuerdo con lo queremos hacer de nuestra vida?, ¿cuantas decisiones a diario tomamos bajo esta misma premisa? ¿ Hasta que punto permitimos que “La Maquina” nos convierta en un engranaje más para su sistema de producción?.
Vamos a suponer que en vez de habernos entregado a los requerimientos sociales del capitalismo elaboraríamos todo aquello que soñamos… luego de unos minutos de reflexión ¿que gusto nos queda entre boca?; asimilando todo aquello que en algún minuto desee para mi camino, observando el actual que piso, ¿si quiera se acerca a lo que algún día quise?; e aquí la interrogante que deseo desarrollar en cuanto a una cuestión social olvidada, “La alienación” y la perdida de las libertades.
Si desarrollamos la identificación del YO como un ser individual dentro del estructuralismo, éste se posiciona en primer lugar del sistema, y al Yo social en último escalafón de la estructura del sistema; estas dos posiciones siendo consecuencias de la estructura cultural y normativa- valórica, que a través de la sociabilización con otros individuos, terminan siendo parte de nuestra personalidad. Ésta personalidad, la que construimos entre el Ser y el Deber Ser, va definiendo nuestros roles a través de esta idiosincrasia cultural, normativa y valórica, la que nos brinda la coherencia necesaria para ser partes de la estructura social que nos toca vivir. El problema con estas estructuras sociales es que va fragmentando la verdadera esencia y personalidad de los individuos, y nos condiciona a tal punto que desarrollamos supra identidades, construcciones que se generan por el DEBER SER o abandono de lo esencial, convirtiéndonos en subordinados sociales ya que este sistema de roles no sería individual, si no mas bien conforman el grupo social, terminando todos uniformados en nuestras formas y ciclos vitales. En definitiva, la sociedad nos condiciona a tal punto que nos fragmentamos y perdemos como individuos y jamás somos parte de la construcción social, todo esta establecido.
Sin embargo, existen momentos dentro del desarrollo de esta sociedad, en donde se genera un quiebre dentro de la estructura, y parte de estos individuos de empoderan generado caos social a través de las movilizaciones sociales, plasmado en el proceso de reconceptualización que vivió el Trabajo Social a fines de los 60 en nuestro país, en donde los jóvenes se atrevieron a salir de la inercia social, generando una revolución cultural que llevó a reestructurar el concepto de la sociedad en la que se desenvuelven, discutiendo el concepto de “Normalidad”, el que se demuestra en la siguiente frase:
“ Hay que dudar y explicar todo. Hay que comenzar por generar una revolución en nosotros mismos, y que nuestro titulo (Trabajadores Sociales) no nos haga olvidar que esencialmente somos hombre…” (Kisnerman, 1972)
Bibliografía
Kisnerman, N. (1972). Servicio Social Pueblo. (U. d. Texas, Ed.) Humanitas.
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