La Prensa Escrita

La Prensa escrita

Hacia fines del siglo XVI, en Europa, aparecen los primeros periódicos. En ese entonces se trataba de un servicio de correo débil y precario que debió ser fortalecido.

Antes y desde la Antigüedad el correo era una práctica reservada a las tareas gubernamentales. Los Estados, por su parte, recurrieron a mensajes caminantes, en barco o a caballo, especializados y agrupados en cuerpos organizados, principalmente para fines diplomáticos y militares.

En 1464 la Francia puso en funcionamiento el primer sistema postal de carácter público. Con posterioridad, en 1840, Inglaterra establece un precio uniforme para el franqueo de la correspondencia dentro del país. Los precios de traslado eran variables de acuerdo con las distancias y las diferentes rutas de distribución.

El director general de correos de Estados Unidos creó en 1875 la Unión Postal Universal que firmaron 121 países y en el servicio de correos la automatización ha multiplicado su seguridad y eficacia al tiempo que permitió abaratar sus costos, convirtiéndose en un medio de comunicación popular.

La relación que tiene el correo con la prensa escrita es que en realidad su línea de descendencia proviene del correo y del las cartas oficiales y comerciales. Ambos tienen la misma intención de asegurar un medio de información y comunicación constante.

En su origen moderno los periódicos fueron la creación de un individuo que reunía las tareas de la impresión y la edición, y se encargaba de juntar y ordenar según algún criterio no siempre muy claro un conjunto de informaciones que solían transmitirse por la vía descripta.

En los periódicos de a poco a las informaciones de economía se fueron añadiendo la publicidad, diversas formas de entretenimiento, “rumores”, curiosidades y excentricidades. A partir de esto, su crecimiento fue cada vez mayor en un público numeroso y anónimo; y no tanto en centros de poder.

El surgimiento del periódico se relaciona con las ideologías de esa época ya que podía utilizarse como un medio para transmitir las ideas liberales, democráticas y republicanas, y fue un instrumento de su afianzamiento y expansión.

Para la aparición diaria regular se necesitaba que previamente se desarrollaran otros medios de comunicación y distribución, como el telégrafo (para que los periodistas hicieran llegar a las redacciones las novedades desde puntos alejados) y el ferrocarril (para que el diario pueda llegar a un público nacional en horas).

También se crearon y expandieron las grandes agencias de noticias, las encargadas de suministrar a la prensa escrita la información.

Hubo estabilización del modelo del gran diario moderno, ese que está vinculado a las discusiones de las clases dominantes, sus debates económicos, políticos, sociales y culturales. En

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