Las Drogas

Influencia del consumo de drogas en los estudiantes

Introducción

El tema del consumo de drogas y sus implicaciones sociales ha sido objeto de atención de varias ciencias sociales, entre las que podemos ubicar a la ciencia sociológica. El consumo de drogas no es una situación nueva para la humanidad, podría decirse que todas las culturas recurren y han recurrido al uso de sustancias que alteran su estado de conciencia. La proliferación e implicación de sectores sociales vulnerables, junto a una estructura de redes que se organizan para generar un mercado hacen de este tema uno de los mas candentes del siglo pasado y el que esta en curso, convirtiéndole en un problema que requiere gran atención.

Estadísticas mundiales dan cuenta del incremento del consumo de droga en todo el planeta. En la actualidad se considera que un alto porcentaje de la población tiene o ha tenido contacto con alguna droga legal o ilegal (utilizamos esta clasificación para aludir a que estamos en presencia del componente jurídico en tanto forma de contrarrestarlo). Las estadísticas refieren que de 10 a 15 personas de cada 100, tienen problemas de este tipo. Además este es un sistema en constante evolución que se caracteriza por la aparición de nuevas sustancias en el mercado, y nuevos patrones de consumo y, con ello, la incorporación cada vez más acentuada de niños y mujeres. Delimitar los índices de consumo significa abrir indicadores de análisis para su comprensión.

La drogadicción, drogodependencia, toxicomanía o también llamada dependencia a sustancias psicoactivas ha sido conceptualizada como la IMPERIOSA NECESIDAD que

una persona tiene por consumir bebidas con contenido alcohólico u otra clase de drogas (marihuana, cocaína, inhalantes, tranquilizantes, alucinógenos, etc.)

Esta necesidad no desaparece a pesar de que la persona consumidora o usuaria sufra las consecuencias negativas producidas al momento de consumirlas o después de dejar de usarlas; hasta donde se ha investigado se considera de que se trata más de una necesidad psicológica que física, siendo un problema que va en aumento cada día, involucrando de forma ascendente amplios sectores de la estructura social sin que nos estemos refiriendo netamente a lo cuantitativo. La expansión en menores de edad, el sector femenino y otros estratos sociales vulnerables es mayor de lo que se pueda suponer. La forma de beber o el consumo de drogas ilegales o de las de prescripciones médicas obtenidas por algún método inadecuado resultan fuentes de información más que suficientes para realizar un análisis de este tipo. También se conoce que de estos 10 a 15 de cada 100, al menos 2 ó 3 son mujeres.

Con esto consideramos queda argumentada la imperiosa necesidad de acercarnos a una problemática relevante para nuestros tiempos, que amerita la reflexión si partimos de que en los sistemas sociales todos los procesos están interconectados, la posibilidad de una mirada desde la perspectiva sociológica, particularmente relevante para la propuesta de soluciones sociales o, al menos, la posibilidad que se nos ofrece de apostar a una nueva interpretación de este proceso cuya sola introducción al discurso de las ciencias sociales, es de por si, impostergable.

1- La perspectiva interdisciplinaria en el estudio de los problemas asociados al tema de la drogadicción.

No somos partidarios de mirar de forma disciplinaria (lo sociológico) lo que en verdad debe ser comprendido en su multicausalidad. Si fragmentamos su abordaje esto solo obedece a razones metodológicas, y en este orden distinguiremos, -como todo problema social asociado a la salud- dos tipos de enfoques:

a) el primero, en tanto implica un cambio en los indicadores de la relación salud – enfermedad, asociado a las ciencias de la salud (afectación psicosomática)

b) el segundo, el modelo explicativo desde las ciencias sociales en general. Es lógico que nuestra intención vaya encaminada hacia este particular, no obstante, se hace necesario abrir nuestra reflexión comenzando con el primer enfoque.

Las ciencias de la salud:

La literatura no aclara con suficiente precisión la diferencia entre ciencias médicas y de la salud (de forma mas amplia refiere los procesos, estructuras organizativas e institucionales y políticas asociadas a ella). Si partimos de la consideración de salud como un valor inherente a las personas y que estas tienden a conservarla y a evitar cualquier conducta que atente contra ella: tanto el deterioro del sistema o alguno de sus componentes por vía endógena, como el generado por el medio o los factores exógenos: desde este enfoque se da prioridad a la o las sustancias y sus efectos sobre la salud física que han de ser tratados desde el ámbito sanitario, entonces estaremos en presencia de la conexión entre salud y enfermedad de interés para este informe: la desintoxicación, y las estrategias de tratamiento desde lo social serán entonces nuestros principales derroteros del análisis. Esta ciencia no distingue entre drogas legal o ilegal, pues considera la droga como agente agresor, donde el individuo es el huésped y victima de tal agresión. Las ciencias médicas tratan el problema de las drogas de manera externa y su afectación sobre integridad física del ser humano, obviando las raíces multidimencionales del fenómeno.

Se denomina drogadicción al estado psíquico y a veces físico causado por la interacción entre un organismo vivo y una droga, caracterizado por modificaciones del comportamiento, y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible al tomar la droga en forma continua o periódica con el fin de experimentar sus efectos síquicos y a veces para evitar el malestar producido por la privación.

El Dr. Ricardo González define la categoría droga como:

"Toda sustancia natural o sintética, médica o no médica, legal o ilegal de efecto psicoactivo y cuyo consumo excesivo y/o prolongado, determina tolerancia y dependencia así como diversas afectaciones biológicas psicológicas, sociales y espirituales".

Según la organización mundial de la salud (OMS):

Droga es toda sustancia que introducida al organismo por cualquier vía de administración produce una alteración, de algún modo, del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y es además susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.

La visión sobre las drogas y sus efectos ha cambiado considerablemente en 30 años, evolucionando hacia una mirada más interdisciplinaria.

En el caso de las ciencias sociales le atribuimos

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