Las causas del desplome económico

Análisis.

Venezuela en el 2009 registró una inflación de 25%, la más alta de la región, no podía evadir los efectos de la devaluación, un asunto que impacto el empleo y el ingreso de los venezolanos. En el 2010 por segundo año consecutivo el país tuvo una importante contracción económica. La situación fue sumamente adversa que aunque los costos del petróleo se llegaran a estabilizar a altos niveles, la economía entraría en problemas. Los precios estaban estabilizados entre 70 y 72 dólares el barril y sin embargo, la economía llevaba dos años de recesión. La economía nacional vivía una situación de estanflación, es decir, no sólo una situación de estancamiento con alta inflación, sino recesión o contracción económica que se traduce, por un lado, en menores oportunidades de empleo y en segundo término, en una disminución de la capacidad de compra de los venezolanos o una desmejora en la calidad de vida. Aunque pareciera que el problema principal fue que la demanda en el país se estaba cayendo, la consecuencia era una inflación de costos, porque los precios de producción están aumentados en una forma importante, debido a la devaluación de la moneda, y el comportamiento de tipo de cambio. En una revisión minuciosa del informe mensual del BCV, había cosas que realmente llamaban la atención, la inflación en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas entre junio del año 2010 y junio del 2009 estaba en el orden del 45,4 %. Ante eso, se analizó que el comportamiento inflacionario vendría a afectar al segmento más pobre de la población. Revisando el mismo período, se acotó que ese sector sufría una inflación en 38,2% por encima inclusive de la inflación que estaba sufriendo el segmento de mayores ingresos que tenía una inflación de 29%. Eso se debía a que esa inflación se estaba concentrando en los productos alimenticios, los productos agrícolas, que llevaban en ese lapso una inflación de 96,6%.

La economía venezolana cayó un 3,5% en el primer semestre de 2010, una contracción más profunda que la de todo 2009, y seguirá sin levantar cabeza, con una inflación muy superior a la de la región y un restringido mercado de divisas para la empresa privada. Según el Banco Central (BCV), el PIB de Venezuela cayó un 1,9% en el segundo trimestre con respecto al mismo período de 2009. Ya había caído un 5,8% en el primer trimestre del 2010. Aunque las cifras comenzaron a mejorar, analistas estimaron que en ese año la economía, que ya había retrocedido 3,3% en 2009, no logrará repuntar. En vista de ese resultado se espero que el PIB ese año cayera entre 2,5 y 3%. Al mismo tiempo, se sentenció que había habido un aumento muy acentuado del nivel de la deuda pública externa, recordando que de acuerdo a los últimos estimados del Banco Central de Venezuela la situaban en 70 mil 627 millones a finales del tercer trimestre del 2010, a mediados del año 2009 la deuda estaba en 50 mil 400 millones. Llamó la atención la disminución del componente de divisas de las reservas internacionales. A finales del tercer trimestre el BCV reporto que del total de reservas internacionales solamente 9 mil 800 millones de dólares eran divisas.

Las causas del desplome económico fueron tres: una crisis eléctrica que obligó a severos racionamientos a la industria, el restringido flujo de divisas que afecta a los empresarios y un divorcio entre el Gobierno y las necesidades de la industria privada. La economía no volverá a crecer hasta no solventar la escasez de divisas; basta con que falte un insumo importado básico en la cadena para que no se pueda expandir la producción. Los expertos apelan a un giro radical de la política económica, a menos que venga otra vez un 'boom' petrolero que dispare los precios, con esta política económica no hay salida. Venezuela buscará en 2011 una leve recuperación económica tras dos años de recesión, pero deberemos también convivir con una elevada inflación y un clima de inversión adverso fomentado por las expropiaciones gubernamentales. Vamos a un escenario de inflación alta y una economía estancada porque no hay inversión elevada, pero el gobierno afirma que la economía comenzará una senda de crecimiento este año, luego de caer 3,3% en 2009 y 1,9% en 2010. Recientemente se estimó que el PIB puede crecer por encima de 2% en 2011.

En 2011 es factible que la economía venezolana muestre una tasa de crecimiento positiva, pero esto no quiere decir que la senda de expansión se haya recuperado. Concretamente, los expertos prevén que en 2011 continuará la caída del consumo (-2,8%) y la inversión (-4,8%) registradas en 2010 por el BCV, obstaculizando las metas gubernamentales. La tarea de este año es luchar contra la especulación y contra la inflación, generar crecimiento económico y condiciones para la producción de bienes y servicios, y buscar satisfacer las necesidades del pueblo venezolano.

En el año 2009 los gastos de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) aumentaron en momentos en que las cotizaciones del crudo se mostraran inestables. El deterioro de las refinerías venezolanas obligo a la principal industria del país a recurrir a la importación de gasolina y componentes para atender la demanda interna. Los desembolsos de la petrolera se elevarán puesto que el precio internacional del combustible es mucho más alto que el costo de la producción local. La compra del carburante extranjero elevará el subsidio que mantiene el Gobierno. En este momento existen serios problemas desde el punto fiscal y esa situación generará ciertas limitaciones a la hora de hacer las importaciones. Es de esperar que inevitablemente el Gobierno tenga que recurrir a una devaluación para tratar de rendir los dólares.

Los niveles de inversión y de productividad han bajado de manera preocupante en el país debido a la intensificación de las confiscaciones de tierras por parte del gobierno y las fuertes lluvias que recientemente dejaron, además de 130.000 damnificados, miles de fundos agrícolas inundados. El presidente Hugo Chávez decidió finalmente no subir el IVA y negó la creación de un impuesto bancario, medidas que había anunciado en diciembre para obtener recursos adicionales y destinarlos a atender la emergencia provocada por las intensas lluvias. El mal tiempo amenaza con repetir la experiencia de diciembre de 1999,

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