Ley 100

La Seguridad Social Integral es una serie de normas, procedimientos e instituciones dispuestas a la comunidad para que puedan tener una mejor calidad de vida. Por ello, después del fracaso del instituto de seguros sociales ISS, se crea la ley 100 en el año 2003 que comienza a regir en 2004. Pero; ¿podría ser peor el remedio que la enfermedad? Si leemos detenidamente cada uno de los artículos de esta nueva reforma al sistema de seguridad social propuesta al congreso por el señor Álvaro Uribe Vélez, todo pareciera en orden con un proyecto completo para mejorar la condición de salud y pensión de los ciudadanos; pero el papel aguanta todo. Lo importante es que después de once años el balance es catastrófico tanto es así, que el 49% de la población no tiene seguridad social.

Aproximadamente veinte millones de colombianos que no tienen trabajo ni ingresos hacen parte del modelo de la ley 100 y precisamente los más pobres, sin cobertura en salud bajo el nombre de “población vinculada” que son los usuarios de la Red Publica Hospitalaria (RPH), dependiendo exclusivamente de los hospitales públicos y que es pagada (o mejor dicho no pagada) por el gobierno. Sin embargo, la crisis hospitalaria que se vive hoy no se puede tapar con un dedo. Las largas filas de hasta días para pedir una cita médica, la gente que muere por un mal diagnostico porque no cuenta con especialistas o en el peor de los casos en urgencias esperando atención, sin contar con la cantidad cierres de hospitales en quiebra, es tan solo una parte de las muchas deficiencias que tiene la RPH. De nada sirve que se carnetice a todo el mundo cuando carnetización no es sinónimo de cobertura o atención y hacer parte del sisben solo es un derecho adquirido para una gran lista de espera regulada por intereses ajenos al bien común. De este modo, lo único que se garantiza es el ingreso de una parte de la población al Régimen Subsidiado. Ahora, si se hace parte del RSS se enfrenta a serias restricciones del Plan Obligatorio de Salud (POS) subsidiado, de grandes inequidades en comparación con el POS contributivo llamado “régimen contributivo”. Estos últimos tampoco deben tener razones para estar satisfechos teniendo en cuenta que la permisibilidad gubernamental son víctimas de una estructura de administración y servicios impropio que genera un control absurdo de costos y el sacrificio de la calidad de atención por el afán de lucro. Eso es solo hablando del régimen de salud.

Ahondemos ahora un poco en el régimen de pensión:

El 1 de enero de 2014, fue la última modificación realizada a la edad de pensión, en este caso se incrementó dos años más, quedando en 57 años para las mujeres y 62 años para los hombres. Ahora bien ¿Qué probabilidad tiene una persona de pensionarse en Colombia? Tengamos en cuenta que la tasa de desempleo a febrero de 2014 según el DANE llego al 11.1%, claro, para ellos un

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