Ley y masculinidad. Una reflexión

Ley y masculinidad. Una reflexión

Rodrigo Parrini

Lutkas de Lorenzo

La tesis más importante de Parrini en este artículo es lo que textualmente dice: “… la ley tiene tanto una función prohibitiva y prescriptiva como productiva. Pero las tres están entrelazadas: las prohibiciones son formas de articular corporalidades femeninas y masculinas en los enunciados de la ley, que prescribe a su vez determinadas prácticas corporales y produce, en consecuencia, un campo de significación del cuerpo, las conductas y los deseos”.

Me parece que la ley al penalizar la corporalidad masculina, reduciéndolo al falo recrea la misma fragmentación que hace con la feminidad. Continúa con la normalización o naturalización, de los binarios, de los estereotipos y en el peor de los casos como menciona Parrini, el cuerpo masculino es indiferenciado.

Por otra parte, el hecho de que la ley identifique solo estereotipos como los generadores de violencia, se esta dejando de lado muchas otras formas de violencia, así como a la diversidad de sujetos que la pueden ejercer. El énfasis  que hace Parrini con respecto a que solo la Ley “atiende” a la víctima, pero la misma ley no  deja claro cómo se atiende a quien ejerce la agresión o violencia, situación que no permite avanzar a la sociedad, ya que efectivamente “enseñamos a nuestras mujeres a cuidarse de no ser violentadas, pero no educamos a nuestros hombres a no ejercer la violencia”.  Parrini menciona que el análisis central de este artículo es cómo las leyes promulgadas en el ámbito de las relaciones de género… por un discurso igualitario o de equidad han transformado la masculinidad hegemónica o intentan modificarla. En lo personal, me parece que en este sentido la ley en el cumplimento de su función, solo continua reproduciendo una sociedad patriarcal de apariencia neutra y hasta “igualitaria”.

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