Liberalismo Económico

Liberalismo Económico

El liberalismo económico es una doctrina del capitalismo que empezó a desarrollarse durante la Ilustración y que lo perfecciono Adam Smith y David Ricardo. Es una corriente que se opone al socialismo y al dirigismo, por lo que apoya por una mínima interferencia por parte del estado en las relaciones económicas que existen entre individuos, clases o naciones.

Principalmente la doctrina se basa en la obra de Adam Smith “Causas y Consecuencias de la Riqueza de las Naciones. En dicho libro, Smith analizó desde un punto de vista filosófico las relaciones humanas y económicas. Enfatizo que la conducta de las personas se deriva del egoísmo, la conmiseración, el sentido de la propiedad, el deseo de ser libre, el hábito del trabajo y la tendencia al intercambio. Todos estos principios lo acabó reuniendo la doctrina del liberalismo económico. También tomó como propia la frase francesa: “Laissez faire, laissez passer”, (Dejar hacer, dejar pasar) que había sido el lema de la Fisiocracia (Siglo XVIII en Francia).

Por otro lado la lucha de la burguesía por conseguir el derecho a la propiedad privada e individual acabó por consagrarse con el establecimiento de esta corriente económica. Sin embargo, los problemas sociales, tales como las desigualdades entre la clase burguesa y la clase proletaria, no fueron recogidos dentro de las teorías de Adam Smith. Estas reivindicaciones se adjuntaron al movimiento obrero (su máximos exponentes: el comunismo y el socialismo), siendo su principal impulsor Karl Marx, lo que creó una separación y la contraposición de ambas clases y de las doctrinas que defendían.

Del mismo modo el liberalismo económico generó nuevas tendencias e ideologías políticas. Algunas de estas ideologías eran que la autoridad del estado no es absoluta, sino que los ciudadanos deben conservar una parte de independencia frente a los poderes públicos. Inclusive es por eso que sitúan al capitalismo como único sistema capaz de asegurar que cada persona pueda ejercer de forma libre todo aquello que quiera, lo que conduce a una capacidad de producción óptima, un crecimiento económico constante y a un estado del bienestar. Estas teorías se conocen como liberalismo intelectual y se oponen también al absolutismo y a todo tipo de sistemas que coarten la libertad del individuo.

Pero es a finales del siglo XVIII cuando el liberalismo económico empezó a surgir en la mayor parte del panorama europeo. Conforme fueron creciendo los distintos mercados de bienes tanto nacionales como mundiales se produjo el aumento de la industria y del comercio, así como de las inversiones, los gobiernos comenzaron a integrar medidas liberales en sus discursos. Así nacieron nuevas medidas como la libre circulación de productos, capital y trabajadores.

Es decir frente a la doctrina de Smith se sitúan, no sólo las teorías comunistas

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