MALEZAS

LAS MALEZAS

Las malezas son plantas que interfieren en el bienestar del agricultor. A través del tiempo, el agricultor vio la necesidad de combatir las plantas indeseables, ya que se dio cuenta que una manera de incrementar los rendimientos de las cosechas, era controlando las malas hierbas, las cuales dañan a los cultivos tanto o más que los insectos, debido a que compiten por nutrientes, agua, luz y espacio, además de ser reservorios de plagas y enfermedades durante todo su ciclo, y dificultan la cosecha de los mismos.

La distribución y dominancia de las malezas está condicionada por factores ecológicos, como la altitud, la temperatura, el régimen de lluvias y las condiciones edáficas.

Algunas veces la semejanza entre las semillas de las malezas y las del cultivo, hace difícil la separación mecánica, favoreciéndose así la dispersión. Esta circunstancia es especialmente importante cuando se intenta la introducción de materiales genéticos de alto rendimiento.

CONTROL DE MALEZAS

Un buen control de malezas es necesario por muchas razones:

• Las malas hierbas reducen la disponibilidad de nutrimentos, agua, luz solar y espacio al competir con el cultivo y con apreciable ventaja, dado su alta densidad y desarrollo más vertiginoso. Además, las semillas de las malezas germinan más rápido y son más agresivas.

• Son reservorios de insectos-plagas y patógenos, especialmente en aquellas malezas que son afines al cultivo.

• Dificultan la cosecha, reduciendo su eficiencia e interfiriendo en el proceso de separación de los granos.

• Desmejoran la calidad del grano cosechado, sobre todo cuando las semillas de las malezas son de tamaño similar a la del cultivo, mezclándose durante la cosecha.

• Dificultan el combate de insectos y enfermedades, así como otras prácticas culturales, lo cual aumenta los costos de producción.

• Reducen los rendimientos y por ende, la rentabilidad de la explotación.

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