MIEDO Y OSADIA

En esta época actual impulsada por vientos de cambio trascendental, el ámbito educativo no podía quedar al margen de la revolución. Todos los bolivianos somos los forjadores de un Estado Plurinacional que renació a la vida sociopolítica bajo el imperativo de transformar nuestro devenir por la historia con una nueva mentalidad descolonizada, y es tarea fundamental de los educadores infundir a las jóvenes generaciones esa nueva actitud visionaria ante un futuro progresista; en esta magnitud podemos considerar la labor de maestras y maestros que, desde todos los confines de Bolivia, día a día enfrentan este desafío desde su práctica educativa transformadora. No debemos desmerecer la labor de ninguno de esos incansables guerreros, apóstoles de la revolución educativa quienes aprestados con los aparejos de la Metodología sobre el Modelo Educativo Comunitario Socio Productivo junto con la información y experiencia necesarias que han acopiado en un sinfín de fuentes y esferas de conocimiento – sin dejar de lado los saberes y conocimientos indígena originarios, por supuesto – han sido capaces de afrontar esta batalla contra la mediocridad en la que hemos estado sumidos durante siglos. En este contexto se sitúa también la labor de los maestros y maestras de la Comunidad de Prácticas Transformadoras de la Educación “Suipacha de Tupiza”, pues bajo la política de la Ley Educativa 070 y enmarcados en los lineamientos del Programa de Formación Complementaria para Maestras y Maestros emprenden también la gesta por construir un futuro diferente para los destinos de nuestra región y nuestro Estado Plurinacional.

Con este preámbulo se busca aclarar que la educación ya está experimentando un proceso de transformación pues no es posible seguir trabajando con modelos educativos foráneos, descontextualizados de las necesidades educativas de nuestra sociedad pluricultural,

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