Necesito volver Quiero caminar sobre piedritas mientras las pateo, es tan placentero escuchar ese sonido.

Necesito volver a uno de esos días en los que podía salir y caminar, tirarme en el pasto y ver la nubes mientras sentía que algún día el cielo caería sobre mí.

Quiero caminar sobre piedritas mientras las pateo, es tan placentero escuchar ese sonido.

Quiero volver a jugar bajo la lluvia, poder saltar sobre los charcos sin preocupación alguna.

Subir a los columpios y querer tocar el cielo mientras me mecía y poder saltar cuando el columpio aún estaba en movimiento y sentirme la enana más valiente del mundo.

Luego de una gran lluvia comer arroz con leche o algún postre caliente y oler la tierra mojada, mientras veo por la ventana.

Esconderme por horas en el armario e imaginar mil cosas mientras estoy ahí.

Subir de noche a un lugar alto, poner mi música favorita y platicar con alguien por horas sobre cualquier tema, bailar sin preocupación alguna cualquier canción y ver las estrellas por mucho tiempo.

Quiero volver a gozar de todos esos placeres, en los que la gente no era amargada, en el tiempo en el que no importaba si te enfermabas, sabías que habría valido la pena.

ACEG

Él no era lo que esperaba, es mucho más, llegó el día menos esperado, sin embargo, fue el momento más preciso.

Puede que no llevemos mucho conociendonos, pero a veces siento como si llevara años enteros a su lado.

No, no estamos como pareja, es una situación extraña, pero me gusta.

Diferentes sí somos y mucho, jamás hemos tenido una discusión por ello, aprendemos el uno del otro y eso es bueno, me encanta cada charla con él porque si no hay tema de conversación nos inventamos uno.

Tiene en la cabeza una locura preciosa que cualquiera que de verdad lo descubra, se enamoraria de él... Aún sin darse cuenta.

Es inefablemente increíble y la persona que esté a su lado como amigo, encontrará a un verdadero amigo.

Estar unas horas en su compañía son como minutos, su presencia no es pesada, es cómodo estar a su lado y justo en el momento de comenzar a decir "tengo que irme, hasta mañana" ya se comienza a sentir su ausencia y extrañar su presencia es de las cosas más raras y preciosas del mundo porque sabes que el extrañarle te ayudará a añorar que llegue otro día más.

Tocar su nuca y su cintura es uno de los placeres más grandes de este planeta entero, pero dormir sobre su hombro es el más grande de todos, porque sé que jamás me dejará caer, que me protege.

Porque un abrazo basta para sentirme tan vulnerable pero tan protegida a la vez.

Observar cada gesto

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