Ovogenesis

Ovogénesis

En el caso de la ovogénesis, cuando las CGP alcanzan la gónada femenina, se diferencian a ovogonias, las que se dividen por mitosis sucesivas, hasta que al final del tercer mes de gestación, forman grupos rodeados de una capa de células epiteliales planas o foliculares derivadas del epitelio superficial que recubre el ovario primitivo. Algunas ovogonias entran en división meiótica y quedan en estado de diploteno en la profase de la primera división meiótica luego de los entrecruzamientos de cromátidas. En esta fase, muchos miles comienzan a degenerar (atresia folicular), en tanto que los ovocitos primarios sobrevivientes detenidos en diploteno, rodeados por células epiteliales planas, constituyen folículos primordiales que esperarán hasta el inicio de la menarquía e incluso varios años hasta el fin del período fértil de la mujer, para proseguir su división meiótica.

En la pubertad los folículos primordiales (aproximadamente 800 mil) forman una reserva folicular en crecimiento, de los que 15 a 20 mensualmente inician su maduración y pasan por 3 etapas: una etapa prenatal o primaria, una etapa secundaria o antral que dura varios años, y una fase preovulatoria que dura aproximadamente 37 horas.

Durante el crecimiento del ovocito primario, las células foliculares proliferan y pasan de ser aplanadas a cúbicas constituyendo un epitelio estratificado cúbico de células de la granulosa, que en conjunto con el ovocito constituyen el folículo primario, y que en conjunto secretan glicoproteínas que forman la zona pelúcida. Al epitelio de células de la granulosa lo rodea una membrana basal, esta membrana basal separa al folículo del tejido conectivo circundante ovárico constituido por células estromales que forman parte de la teca folicular, constituida por un componente de células secretoras o teca interna y un componente capsular fibroso o teca externa. Desde las células foliculares salen digitaciones que se extienden a través de la zona pelúcida para permitir el intercambio nutricional del ovocito.

En su posterior maduración, aparecen espacios llenos de líquidos entre las células granulosas, que se fusionan formando el antro folicular. Esta es la etapa de folículo antral o vesicular. El antro crece, mientras las células granulosas que rodean al ovocito forman el cúmulo oóforo. El folículo secundario, no mayor de 25 mm, se rodea de teca interna secretora de hormonas esteroidales, y vasos sanguíneos abundantes, así como por teca externa que se fusiona al tejido conectivo ovárico. De los 15 a 20 folículos que inician su desarrollo en cada ciclo ovárico, uno solamente alcanza la maduración, y los otros degeneran. El folículo maduro se acompaña de una descarga secretora de hormona luteinizante, que induce el crecimiento preovulatorio y el fin de la primera meiosis, para formar así dos células

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