“Planeamiento Cuantitativo del Problema”

En esta oportunidad efectuaré una síntesis del Capítulo 3 “Planeamiento Cuantitativo del Problema” del libro Metodología de la Investigación, escrito por Hernandez, Fernández y Baptista, tercera edicion, año 2014, donde los autores nos ilustran la forma en que una idea se establece y pueda a continuación convirtiese en el “planteamiento del problema” de la investigación, señalándonos además factores esenciales y estrictamente necesarios a ser aplicados para su correcta elaboración.

Ahora bien, con el fin de obtener el planteamiento del problema cuantitativo, los autores enmarcan cinco importantes factores, los cuales son:

En primer lugar, la gran importancia de determinar cuál es el deseo o meta que el investigador pretende alcanzar al término de una investigación, debiendo tener claro que anhela obtener al concluir el trabajo y si el estudio será de ayuda para resolverlo o en todo caso si aportará evidencias que permita afirmar la validez de su contenido, siendo esto, el “Objetivo de la Investigación”.

El siguiente paso es, plantear la “pregunta de investigación”, la misma que resolverá de forma parcial o total el problema a investigar, la cual debe ser concreta, clara y sencilla, capaz de guiarnos al horizonte que se pretende arribar, pudiendo incorporarse más de una pregunta a fin lograr la investigación; seguidamente, corresponde mencionar la “justificación de la Investigación”, que no es más, que la capacidad de sustentar, cuál es el interés y la razón que motiva a que se lleve a cabo la investigación e indiscutiblemente los beneficios que traerá consigo ésta; no obstante, es importante no olvidar que la investigación que contenga: “relevancia social, Implicaciones prácticas, valor teórico y utilidad metodológica (Hernandez, Fernandez, & Baptista, 2014, pág. 52), tendrá mejor destino, no siendo mala la investigación que no responda, en algunas ocasiones a todos los criterios antes mencionados.

Otro factor de suma relevancia, es la “viabilidad”, entendiéndose con ello los recursos disponibles con los que el investigador cuenta (humanos, tiempo, financieros, etc.) y si, además, es posible llevarse a cabo, preguntándose si se tiene acceso al lugar o contexto del problema que se pretende encontrar respuestas ya que, a falta de este aspecto, el fracaso de la investigación es su inminente final, al ser imposible su culminación. Como último punto, “la evaluación de las deficiencias en el conocimiento del problema”, aspecto que el investigador sólo podría abordar si ha participado o se encuentra ligado con el tema y si su experiencia sobre ésta le permitirá una perspectiva clara, de no ser así, dicha evaluación deberá realizarlo al conocer mayor literatura de lo que pretende investigar.

Finalmente, resulta trascendental indicar que el investigador debe cuestionarse sobre la investigación que pretende

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